Don Juan Carlos parece haberse tomado el cargo al pie de la letra. El tío vive como un auténtico rey, y no hay más que echar un vistazo al impresionante jet privado en el que viaja para comprobarlo. De ningún modo el emérito estaría dispuesto a sentar su trasero de oro sobre los asientos cutres de un avión comercial. Él necesita lujo, confort y máxima atención por parte de la tripulación.
El emérito aterrizaba ayer en el aeropuerto Peinador de Vigo y era recogido por su amiguísimo, Pedro Campos. Una vez montado en el Mercedes de su colega, Juancar puso rumbo a la que será su residencia durante los próximos días y allí disfrutó de una buena mariscada. Al igual que el año pasado, se aloja en el casoplón de Campos, su fiel camarada.
Pero no es la mansión de Pedro lo más impactante. El macro-jet en el que el Juan Carlos aterrizó en Galicia es lo realmente llamativo. Se trata de un pajaro mecánico que supera los 40 millones de euros, tiene capacidad para transportar a 16 personas y está equipado con todas las comodidades imaginables, tal y como publica Informalia. El alquiler de semejante bicharraco ronda los 9.000 euros por hora.
"El avión tiene estilo clásico, con alas especialmente diseñadas para garantizar un vuelo tranquilo y sin sobresaltos y cuenta con la cabina más amplia de su clase", reza el mencionado portal. Además, los asientos se adaptan eal pasajero y cuentan con reposabrazos de última generación. Es decir, aquello es como estar en el cielo, literalmente.
Al parecer, el uso que hace el emérito de semejante jet es un regalo más de sus amigos árabes. Por razones desonocidas, los jeques colman de lujos a Juan Carlos hasta límites insospechados. Y él, como buen Borbón, se deja agasajar sin pudor alguno.
Fotos: Gtres
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