Últimamente la realeza nos tiene más entretenidos que los líos de camas de 'La isla de las tentaciones' o las primeras movidas del 'Secret Story'. La pionera fue nuestra Barbara Rey y su tórrido romance con Edmundo Arrocet, vale que la única corona que la vedette ha tocado en su vida ha sido la birra 'Coronita' del súper pero algún trapicheo con el ex king sí que ha tenido.
Después llegó Urdangarin y su manita cariñosa con su nueva churri Ainhoa Armentia que ha llevado a la infanta Cristina a ponerse a lanzar match por 'Tinder' a todo quisqui.
Ahora las ganitas de salseo nos han hecho pillar un avión y tirar pa' Mónaco porque hay un nuevo dramita palaciego. Hoy ha tenido lugar Santa Devota, patrona de los monegascos, que se ha celebrado a ritmo de misita y procesión. Al sarao ha acudido el príncipe Alberto junto con su sister Carolina puesto que su mujer , Charlène, se está recuperando en una clínica de Suiza de un "estado de profunda depresión general y fatiga", así lo comunicó su marido.
El show ha comenzado con la llegada de Nicole Coste a la Catedral. La señora en cuestión mantuvo en su momento un rollete con el principito del que nació Alexandre que hoy tiene 18 años. El chaval está reconocido por su padre pero está fuerísima de la línea sucesoria.
Además, Alberto tiene una hija de 29 años con la estadounidense Tamara Rotolo, Jazmin Grace, más los mellizos que tuvo con Charlène en 2014. Eso sí, todos los churumbeles de Alberto se llevan muy bien y quedan para contarse sus viditas cual 'Modern Family' siempre que pueden.
El buen rollito entre retoños está muy lejos de los cuchillos que vuelan entre Nicole y Charlène que son la versión princesita de Marta Riesco y Anabel Pantoja después de lanzarse tanto dardito envenenado públicamente: "No me importa lo que le pase. ¿Por qué debería? Todo lo que le está pasando es el karma", espetó Coste sobre la mujer de su ex a un periodista británico cuando se enteró de su ingreso en la clínica sueca.
Según el medio 'Paris Match', Charlène ejerció de madrastra malvadísima y alojó a Alexandre (chiquillo de Nicole) en el ala de empleados en una de sus visitas a palacio, provocando que la madre del susodicho echara humo por cada orificio de su cuerpo: "El pueblo de Mónaco me quiere más a mí que a la princesa Charlène", confesó Coste en dicho medio.
Ver todos los comentarios en https://www.poprosa.com
VER 0 Comentario