Son muchos los que están tachando a la carpeta de Omar Sánchez y Marina Ruiz en 'Pesadilla en el paraíso' de un cutre montaje que bien podría ser la copia barata del tórrido romance famélico que se fraguó entre Anabel Pantoja y Yulen Pereira en 'Supervivientes'. Sin embargo, hay que reconocer que es de lo poquito que está animando el show granjero-telecinquero.
Y es que entre estos dos ya empieza a aflorar la llamita del amor o por lo menos, de la pasión. Como ya os salseábamos a principios de semana, el canario intentó plantarle un beso de tornillo a su amada campesina en la oscuridad (sin cámaras) del retrete, y esta le brindó con una cobra cual Bisbal a Chenoa y lo alentó a que lo hiciera frente a los flashes. Hombre, es que si no qué gracia tiene.
Dicho y hecho. El windsurfista y la influencer han intercambiado fluidos bucales en un morreo apasionado y grabado, para la tranquilidad de Marina. En las imágenes, emitidas en la gala de anoche, se puede ver cómo la calentura abarcó tal nivel que la chiquilla espetó un elegante a la par que específico "Si comenzamos así y llegamos al final vamos a salir de aquí más calientes que el palo un churrero".
Pero cuidadín, que para la modelo esto no es solo un calentón ya que, como ella misma ha espetado, "Si tu tienes miedo de que te guste yo tengo miedo de engancharme contigo". No obstante, Omar dejó de pensar con el coco en cuanto sacó su lengua a pasear y ha puesto en evidencia sus intenciones: "Necesito una hora sin cámaras".
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