Anabel Pantoja, después del chicken (pollo en inglés, que ella lo domina) que formó en 'Sálvame' ayer por la tarde por el supuesto empeño que tienen en su programa de ver que ha zarpado el amor entre Omar y Melyssa en Cayo Paloma, se ha tenido que enfrentar a unas imágenes de su novio en 'Supervivientes' muy duras para ella.
Omar Sánchez ha mostrado su corazoncito blandito de Phoskito (de choco 'Negro') al haber experimentado un panto-bajón que ni el de su novia cuando no quedan existencias de mayonesa en su despensa:
"Espero que la estén cuidando bien, que esté a gusto, que esté contenta conmigo, que me esté esperando", expresaba hecho un mar de lágrimas y tumbado en una palmera junto a Alejandro Albalá refiriéndose a Anabel.
Anabel Pantoja, que intuimos que le lleva las redes a su novio mientras que este siga en el concurso, ha escrito uno de los mensajes más románticos que se han visto en Instagram en los últimos tiempos: "Si pudiera, cruzaba el charco en paddle surf", ha escrito la pantosensualidad personificada demostrando total conocimiento de las disciplinas que enseña su Negro en la escuela de surf que tiene en Pozo Izquierdo (Gran Canaria).
Omar se ha hecho un Jesús ('La Isla de las Tentaciones 3') mirando a la nada y pensando en todo con el horizonte de fondo mientras que se tocaba su anillo de compromiso, todo un romántico empedernido (y algo arrepentido por su tonteo máximo con Melyssa).
Y es que 'El Negro' ha compartido las ganas que tiene de casarse con Anabel y decirle en el altar el 'sí quiero' delante de todos sus seres queridos (no sabemos si invitará también a la vecina cotilla o a los animalillos marinos de Pozo Izquierdo): "Solo espero que llegue algún día", lloraba sin remedio Omar mientras que Albalá le escuchaba con cara de 'no cometas el mismo error que yo, no te cases'.
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