La separación de Shakira y Piqué da para un reality, tres docuseries y una comedia romántica de Netflix interpretada por Jennifer Aniston. No hay día que no amanezcamos con un titularaco relacionado con la ruptura de estos Pimpinela 2.0 y el que te traemos hoy te va a dar temita de conversación en la cola del súper para rato.
Según han salseado algunos medios como 'Informalia', la de Barranquilla está haciendo todo lo posible para quitarse de encima al culé cuanto antes. Más concretamente, se va a poner un mono de albañil y va a pasar por chapa y pintura su casoplón de Esplugues de Llobregat con tal de no cruzárselo ni cuando coincidan en el baño número 17.
Pero la cosa tiene más miga. Dicha morada de ensueño cuenta con una casa principal y dos aledañas, en la que se asentaron tanto el clan de los Mebarak como el de los Piqué, y tal y como están las cosas, lo último que va a hacer esta family es tomarse una rica paella valenciana en el kilométrico jardín de la expareja los domingos.
Y es por esto por lo que la cantante pretende levantar muros de hormigón a diestro y siniestro para convertir el área de sus suegris en una casa totalmente independiente y evitar encuentros inesperados por las zonas comunes donde las miradas asesinas y los cuchillos voladores acompañen los buenos días.
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