Siempre he defendido que si en esta vida puede haber algo mejor que ser Bill Gates (con todo lo que eso supone, es sin duda ser su hijo/a para encontrarte todo un imperio multimillonario sin haber sudado ni un poquito del esfuerzo. Con que Amancio Ortega me adopte, también me conformo, ¡eh! Que no soy tan avaricioso...
Pero oye, los ricos también lloran. Solo hay que visitar el perfil de Twitter de Carmen Lomana, que está todo el día quejándose por una cosa o por otra, que si los estilismos de la hija de Jesulín son para echarlos a los Currupipis del zoo, que si Rocío Carrasco es una egoísta por dejar mal a su hija...
Una prueba de ello es Jennifer Gates, de 25 años, que debe estar pasándolo nada más que regular desde que el pasado lunes se hiciera pública la ruptura de sus padres, Bill y Melinda. Esto es muy duro (muy 'hardware' para ella):
"Todavía estoy aprendiendo a llevar mejor mi propio proceso y emociones, así como a los miembros de mi familia en este momento", ha confesado la mayor de los retoños a los que los Gates han limpiado el culete desde que eran babys con billetes de mil dólares: luego están sus hermanos Rory, de 21 años, y Phoebe, de 18 tacos que, de momento, no se han manifestado.
Los motivos de la ruptura
Tanto Bill como Melinda hacían pública su separación a través del mismo comunicado de Twitter, donde alegaban que este matrimonio ya no admitía más actualizaciones. Ningún antivirus ha evitado lo inevitable, que estemos ante uno de los divorcios más caros de la historia de la humanidad. Vamos, que ni el del duque de 'Los Bridgerton'...
"Después de mucho pensar y trabajar, hemos tomado la decisión de poner fin a nuestro matrimonio. Durante los últimos 27 años, hemos criado a tres niños increíbles y hemos construido una base que funciona en todo el mundo para permitir que todas las personas lleven vidas saludables y productivas. Continuamos compartiendo nuestra creencia en esa misión y continuaremos trabajando juntos en la fundación, pero ya no creemos que podamos crecer juntos como pareja en esta próxima fase de nuestras vidas. Pedimos espacio y privacidad para nuestra familia mientras comenzamos a navegar en esta nueva vida".
Melinda confesaba en 2019 tras sus bodas de plata (austeridad absoluta, cuando ellos podrían untarse la piel en oro si quisieran) que Bill tenía ciertas dificultades para equilibrar la vida familiar con su trabajo. Se ve que el pobre no tiene los suficientes trabajadores a su cargo como para delegar.
Acabamos de llegar a un punto en la vida en el que Bill y yo podemos reírnos de más cosas. Y, créame, puedo recordar algunos días que fueron increíblemente duros en nuestro matrimonio", expresaba la ya exmujer de Gates en una entrevista que concedió a The Sunday Times en una especie de 'Melinda, contar la verdad para seguir rica'.
Supuestamente, en esta ruptura no hay rastro de terceras personas... ¿Pero quién nos dice que Miguel Bosé no ha tenido nada que ver? ¿Habrá convencido a Melinda que cambie el 5G de Bill Gates por el 5J de los jamones de un buenorro ibérico? ¿La habrá convertido en una negacionista del amor también?
El reparto de la fortuna
Si estás leyendo esto, eso de fortuna te suena más a una marca de tabaco que a un tema del que puedas fardar con tus amistades mientras os tomáis una ronda a la que invitas tú. Pero Bill y Melinda tienen un dígito con interminables ceros que repartirse en este proceso de separación (de bienes).
La revista People señala que Bill y Melinda no tienen ningún acuerdo prematrimonial, no contemplaron el 'por si' (acaso), por lo que el reparto de sus más de 130.000 millones de dólares queda sujeto al acuerdo de separación que lleven a cabo a partir de ahora para dividir sus activos.
Creo que no hay Bizum que acepte tal cantidad de dinero... Igual, tienen que quedar Melinda y Bill en un descampado a altas horas de la noche y con una señal de luces acordada para darse las cantidades que le corresponden a cada uno en un maletín...
Melinda, que por fin podrá tener a Siri como mejor amiga, ha asegurado que no va a necesitar "manutención conyugal", eso es demasiado working class, como beber agua del grifo teniendo a su disposición todas las botellas azules de 'Solán de Cabras' que necesite. Bueno, que todos sus hijos ya sean mayores de edad también debe influir de algún modo...
Tal y como señala el medio anteriormente citado, el matrimonio que ha sufrido más caídas que WhatsApp durante este último año tendrá que comparecer ante un juez el próximo mes de abril de 2022 para la resolución alternativa de sus disputas maritales.
Melinda agua de la fuente, Melinda dulce e inocente (como diría el sospechoso Miguel Bosé) ha presentado una orden que restringe la capacidad financiera de Bill Gates para vender sus propiedades o realizar cambios en lo relativo al patrimonio del matrimonio (mira qué rima tan bonita). Es lo que se conoce como un Gateesllazo económico.
Fotos | GTRES
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