Jesucristo Surferstar ha llegado a su fin como mártir number one (o two, lo está peleando con Hugo Pérez) de esta tercerda edición de 'La Isla de las Tentaciones, Filtraciones y Detenciones'. ¡Y todo a unos días de su pasión! No va a poder darse unas vacaciones de sufrimiento, el pobrecillo. Seguro que los cabrones de los romanos ya han pedido por Amazon la cruz y has reservado por Airbnb el sepulcro...
En estas vísperas de Semana Santa, por fin, Raúl Gines ha podido reencontrarse con su novia Claudia Acevedo, que no ha sucumbido al beso de la traición del novelista turco (vaya películas de Nova que se monta) de Judas Tony-ote el comeorejas más cansinote.
Raúl y Claudia se han fundido en un profundo abrazo al reencontrarse en la hoguera final, en un cuerpo a cuerpo de lo más auténtico, como los que les daba Rosarillo Flores (la gemelier del canario) a sus monstruos de 'La Voz Kids'.
Claudia nos ha hecho sufrir durante todo el último programa con sus declaraciones en las que aseguraba tener muchas dudas de su relación con Raúl por Tony, con el que cada vez se veía más viajando a Australia (a lo mejor por pesado, porque lo ha repetido 14 veces por programa) y compartiendo su vida.
Pero a la canaria, vestida con la misma malla con la que Soraya Poyeya fue a Eurovisión, se le ha quitado toda la tontería en cuanto ha visto a Raúl recibirla entre lágrimas, preocuparse con ella y decirle un "te amo mucho mucho mucho" más revelador que una radiografía mientras que se comían a besos.
El look de Raúl podría definirse como el día que George la Jungla demostró lo aprendido durante todo su amaestramiento para su inserción en la city, en la sociedad burguesa. De hecho, él mismo lo ha acabado de rematar con su ofrenda: le ha regalado una concha a Claudia como guiño ácido a todos los detallitos del 'Tiger' que le ha regalado Tony a su novia.
No todo ha sido digno de escena de Tarzán y Jane uniendo sus manos con Phil Collins de banda sonora. La tensión también ha estado presente en este reencuentro ya que Claudia la ha dado un ultimátum a Raúl: o le apoya en sus sueños, en su proyecto de futuro y en su viaje a Australia (normal, de tanto repetirlo Tony, se le ha antojado a la muchacha) o se acabó el 'Love is in the air' surfero-normativo que les une.
Raúl le ha asegurado que él le da igual si es Australia a ver canguros, al Polo Norte a ver pingüinos o a Magaluf a ver guiris caníbales: "Te voy a acompañar en todo y tú a mí porque somos un equipo", le ha dicho Sandokán tartamudeando de amor.
"Antes de venir a la hoguera tenía dudas. No de lo que te quiero, eso lo tenía clarísimo, que te amo, pero no sabía si íbamos a estar discutiendo como siempre o si no ibas a querer venirte conmigo a lo que yo aspiro", ha dicho Claudia llorando como una magdalena (de plátano de canarias, of course) sin poder ocultar que se le cae la baba por Raúl.
Raúl le ha comentado que él también quiere que su novia le demuestre que le quiere "como la trucha a la sardina", que quiere compartir su vida con él, ya que Tony le dijo en la hoguera sin imágenes que lo no le echaba de menos: "Yo ahí me hubiera enfadado con él, no sé qué tipo de colegas tienes", le ha recriminado el Aquaman del Archipiélago al ver que ella seguía en sus trece de que quiere conservar a su tentador como amigo.
Al ver sus imágenes con Tony (el figurante de la serie 'El príncipe') en la tablet, Claudia ha admitido que los vídeos a los que se ha tenido que enfrentar su novio no son fáciles de digerir, tanto como un kebab a las seis de la mañana después de toda una noche loca de farra (quién las pillara). "Si hubiera visto eso de Raúl, me hubiera vuelto un poco loca también, estaría hasta un poco enfadada", ha comprendido la estudiante.
Claudia, sorprendida por la actitud tan a favor de obra de Raúl, le ha pedido por favor que no se vuelva a tomar a coña sus preocupaciones y sueños, por muy chorradas que sean. Jesucristo le ha asegurado que, si hasta ahora lo había hecho, ha sido "un tonto" porque durante esta experiencia se ha dado cuenta de que no quiere perderla "por nada del mundo".
"Me sorprende ver a Raúl más maduro, con la mente más abierta. Estoy sintiendo que me está escuchando. Estoy enamorada de él, vine con miedo, sin estar segura, al verlo sentí todo de golpe. Te quiero de verdad, estar contigo me encanta", ha dicho Claudia Acevedo sin poder dejar de llorar tomando la decisión que temíamos que no tomara: se va de la mano de su novio Raúl.
Sandokán-Rosarillo en hombre-Jesucristo-George de la Jungla-Aquamán del Atlántico ha tomado la palabra para decirle a su novia, antes de volver a comérsela a besos, que es la mujer de su vida y que quiere estar con ella hasta que sea "viejito".
"Solo me quiero ir con Claudia", ha vacilado a Sandra Barneda, que tanto a moqueado a lágrima viva por su culpa (y la de Hugo).
Vía | Mitele Plus y Telecinco
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