Miguel Bosé es un Don Diablo que se ha escapado de su habitación del pánico de la conspiranoia para ocupar el epicentro de las tertulias televisivas del cancaneo a raíz del juicio por la filiación de sus cuatro hijos con el valenciano Nacho Palau, el chico de 19 años que dejó maravillau al cantante cuando él ya entraba en la crisis de los 40, hace casi treinta años.
Carlos Ferrando, el periodista con gorra y cierto aire de yayo yankee (de los que se ponen a ver obras de teatro con las manos atrás), ha asegurado que salió muchas noches de marchuqui a los mejores guateques 'gais' (que es como se decía antes) y con los mejores 'disc jockeys' por la Chueca de los años ochenta junto a Miguel Bosé y Ricky Martin, cuando el latino sabrosón solo era un pipiolín.
De hecho, el colaborador de 'Lazos de Sangre' ha asegurado que él ha sido de los afortunados que ha conocido la cara más amable de Bosé en su intimidad, ha experimentado lo divertido que era y llegó incluso a viajar a los Estados Unidos con el artista y Almodóvar para asistir a la premier de 'Tacones lejanos'. Corría el año 1991.
Ahora, Carlos Ferrando ha revelado la lista secreta (muy poco secreta) de los crushes (que es como se dice ahora a los amores platónicos) del super superman Bosé. De familia artista, vanguardista y negacionista (siempre se ha negado a confesar que le gustan los hombres) pues era de esperar que el perfil de los amados amantes de Miguel fuera de lo más variopinto, como su repertorio de canciones.
El bailarín
Según el periodista, una pista clave es que Miguel llama 'hermano' a todos su coleguitas con los que ha tenido/querido luz tenue en el dormitorio. Es más, así es como Bosé se refería a Ricky Martin, pero también al bailarín Nacho Duato, con el que llegó a vivir en Nueva York. "A Nacho le daba exactamente igual contarlo, pero él (al que nadie le sabe hacer café) no quería que se supiese", ha matizado Carlos.
"Miguel es mi hermano, nos llamamos así. Nos conocimos cuando teníamos 18 o 19 años. Es uno de mis mejores amigos. Desde el primer momento que nos vimos, nos gustamos como personas y físicamente, nos juntamos como uña y carne y estuvimos juntos viviendo", le contaba el danzarín a Risto en el 'Chester'.
El político
Carlos Ferrando ha continuado dando nombres de los hombres a los que Bosé mandaba una estrella a hacerles compañía (¿qué mayor estrella que él mismo?). Uno de los mayores amores de Miguel fue el actor, político y camaleón en 'Mask Singer' Toni Cantó. "Llegaron a pegar a un fotógrafo de Mariñas para que no saliera a la luz que vivían juntos", ha dicho el invitado.
Según el examigo del cantante, la amistad entre los tortolitos nació en una película de '¡Pedroooo!' (leedlo como Penélope Cruz) donde a Miguel Bosé se le dio muy bien hacer el papel de vampiro, ya que estaba deseando hincarle el diente a un debutante Toni Cantó. 'Penumbra' se titula el film... Nada que añadir, señoría.
Ferrando ha garantizado que la relación de amigos con apellidos agudos entre Cantó y Bosé se rompió al darse cuenta de que ambos concebían este roce de diferente modo, dando a entender que Miguel quería compartir algo más que los gastos en la casa donde llegó a vivir con Toni.
El actor de cine mudo
Bueno, en realidad no es mudo, sino que la gente prefiere disfrutarlo en 'mute' (o con los auriculares) para que sus vecinos no se enteren de que está consumiendo este tipo de producto audiovisual. Carlos Ferrando ha apuntado que Miguel Bosé sentía debilidad por Nacho Vidal, del mismo modo que este la siente por el veneno de los sapos.
"Recibí una llamada de él diciendo que quería hacer un videoclip y que quería que yo formara parte del vídeo. Me quedé en su casa viviendo, porque tiene una casa enorme y he tenido la suerte de conocer al Miguel Bosé de casa al doméstico, al que se pone el delantal y se mete en la cocina", relataba allá por el año 2004 el propio Vidal al que, a lo mejor, Bosé dedicó la canción 'Bambú'... Ya me entendéis...
Fotos | Gtres y Telecinco
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