"Es la historia de un amor como no hay otro igual, que me hizo comprender todo el bien todo el mal, que le dio luz a mi vida para apagármela después..." podría ser la banda sonora del fin de esta relación que fue sellada ante toda España con el beso más histórico de la televisión cuando nuestra nación estaba en su momento más pletórico en el Mundial de Sudáfrica.
Ironías de la vida que este precioso shippeo se rompa en el momento más triste de nuestro país (y del mundo) por la crisis del coronavirus. Sin quererlo ni beberlo, la relación de Iker y Sara se ha convertido en una prolongación de la situación social que vivimos, incluso hasta llegar a la ruptura definitiva en la tercera ola de los rumores de su separación.
Así al menos lo asegura categóricamente la revista que lo ha publicado, que apunta (sin miedo a equivocarse) hacia que Casillas acaba de experimentar la única parada triste de su vida: la de su vida tal y como la conocía. ¿Pero cómo están tan seguros los de la revista que, por primera vez en la década, no tiene en portada a Carmen Borrego?
Estas son las tres evidencias irrefutables en las que se basa la revista favorita de Maestro Joao (aunque prefiera las 'Lecturas' de culo) para llevar a portada la separación de Iker Casillas y Sara Carbonero.
Viven en casas separadas
La revista ha apuntalado que la relación de Iker y Sara ha sufrido "un gran desgaste" y que su unión era únicamente "de cara a la galería". Tanto es así que el futbolista vive fuera del hogar familiar, un paso mucho más allá en las relaciones rotas del modelo que pusieron de moda María Teresa y Bigote de dormir en camas separadas.
'Lecturas' asegura, en su versión en papel, que Casillas vive en una casa de alquiler fuera de su núcleo familiar, pero muy cercano a la vivienda de Sara para poder visitar de forma frecuente a los mejores (y casi únicos) golazos de su vida: sus retoñitos.
Días después de que Sara recibiera el alta, la pareja hizo una quedada con la presentadora del informativo donde trabaja Sara, Isabel Jiménez, íntima amiga del shippeo. Del restaurante donde tuvo lugar esta comida, Iker salió solo y Carbonero se fue a casa en el coche de su comadre.
Todo apunta a que Sara e Iker no se llevan el desayuno a la cama desde las navidades pasadas, cuando Casillas fue a recoger su premio a los Emiratos Árabes (últimamente este país solo aparece en malas noticias del cancaneo) y la periodista de 'Radio Marca' se refugió con su familia e hijos en su pueblo Corral de Almaguer (Toledo).
Sus amigos y familiares están al corriente de todo
La revista ha hecho especial hincapié, tanto en la portada como en su interior, en que sus amigos y familiares son conocedores de la separación de los padres de Lucas y Martín.
Es más, la publicación es conocedora de que fueron los propios Iker y Sara los encargados de sentar a los más allegados para comunicarles la noticia con la seriedad que requiere el asunto, como cuando una adolescente decide hacerse el segundo pendiente.
Unas palabras que nos hacen pensar que al menos una de las fuentes (que expulsa 'Solán de Cabras', que esta gente maneja), por las que la revista se ha aventurado a dar la noticia, forma parte del núcleo familiar o de coleguis de Iker Carbonero y Sara Casillas. Ups, perdón, que es al revés.
Juntos en las malas, en las buenas no tanto
Más allá del mítico beso en el Mundial y los cumples en los chiquibolas de los niños que tienen en común, Iker y Sara parecen bastante reticentes a compartir las alegrías de sus vidas. Eso sí, en las malas, sus enfermedades y la reciente intervención de Sara, han demostrado ser un apoyo fundamental el uno para el otro, por muy en decadencia que estuviera su relación amorosa.
Tal y como destacan los periodistas especializados de 'Lecturas' en rupturas de famosos (tienen presupuesto para ese grado de especialización y más), futbolista y periodista nunca han compartido titularidad en ninguna de sus propiedades: la pareja tiene cuentas separadas en todo lo relativo a la economía familiar.
Sara cuenta con tres viviendas en propiedad en su pueblecito de Toledo mientras que Iker Casillas es el dueño y señor de una millonaria cadena inmobilaria que le ha llevado a poder decirle a Broncano (cuando quiera) que tiene 350 millones en el banco.
Además, es bastante destacable en la sociedad del postureo que vivimos (ya mismo llamaremos a los partos 'unboxings' naturales) que Sara nunca se pronunciara en sus redes sobre los premios que ha ido recibiendo Iker, especialmente el último Globe Soccer Awards que recibió su marido en Dubai por su extensa carrera como futbolista.
Iker, el futbolista que nos enseñó que se puede cobrar una pasta y ser medio humilde como para no ir en calzoncillos por la vida y autodefinirte como "guapo, rico y buen jugador", sí que ha tenido varias muestras de cariño públicas hacia su esposa.
En su último cumpleaños, este 3 de febrero, Iker le escribía a su todavía esposa: "37 inviernos. Muchas felicidades, el baile sigue. A bailar hasta el final", un comentario que mis compis de 'Lecturas' (a los que admiro y tengo como referentes) han definido como "frío".
Como yo soy un romántico empedernido, tenía la esperanza y llegué a pensar que se trataba de algún tipo de jerga interna de su relación y que lo único que tiene de frío son las temperaturas de esos "inviernos" de los que hablaba Casillas. Igual no estoy tan desencaminado...
¿Es que acaso Iker Casillas está pico y pala (hablando de bajas temperaturas, viene muy bien esta comparación, especialmente para Almeida y sus centímetros de nieve) para poder recuperar su relación? ¿Será que Sara no ve la cosa tan muerta como para hacerlo público o, simplemente, se ha retrasado esta triste noticia por la mala suerte que han tenido estos últimos años en cuanto a sus respectivos estados de salud?
Fotos | Gtres
Ver todos los comentarios en https://www.poprosa.com
VER 0 Comentario