Madre mía la paliza que le están pegando a la pobre muchacha por haber cogido unos cuantos kilos de más. Nada, está claro que las famosas no cogen peso, lo que hacen es quedarse embarazadas que es mucho más razonable, donde va a parar. Lo de poner kilos está destinado al resto de los mortales de este planeta pero para Katy Perry, una vez pasada por la vicaria para convertirse en la señora Brand, lo de quedarse encinta más que una alegría es ya una obligación. Y no, nada más alejados de la realidad.
Bueno; es decir, que sí que le gustaría tener algún que otro churumbel pero que ahora no está pensando en ello, que lo más importante es su carrera y no quiere involucrarse en algo serio con la maternidad a estas alturas del cuento. Pero claro, si eso lo dices con cara de cordero degollado y encima en la gala de los American Music Awards nos sales con vestidos ajustaditos que enseñan esa barriga cervecera que tan contenta luces pero que a tantas equivocaciones induce… pues el asunto se torna bastante peliagudo.
Y los periodistas, que otra cosa no pero cuando queremos echarle morro al asunto se nos da muy bien, le preguntaron sin tapujos a Katy Perry que cómo llevaba lo de estar embarazada, así a pelo y sin vaselina:
Me encantan las hamburguesas de In-N-Out y los Taco Bell, pero si vosotros queréis embarazarme es vuestro problema. Todavía me encanta beber alcohol así que, por el momento, no quiero quedarme embarazada
Vamos, que ya a parte de quererla endosar niño o no, el hecho de que todo el mundo esté el santo día diciéndote que esa barriga que te ha salido ahí abajo no es por coger peso sino por estar a punto de traer un mini Perry al mundo, cuando tú sabes que es fruto de haberte pasado con los cubatas y las hamburguesas… agradable lo que es agradable, por lo de que te recuerdan a todas horas que has cogido kilos, no tiene que ser.
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