Lo de esta chica es increíble. Ha pasado de ser la inocente Hannah Montana a convertirse con tan solo 17 años en una auténtica provocadora, cambiar el armario por completo y conseguir que más de uno se quede sin aliento en los conciertos cuando la ve salir con esos modelitos a los escenarios y ahora, que se ha dado cuenta de que puede explotar su físico hasta decir basta, ha decidido que igual lo de operarse los pechos no es tan mala idea como parece.
Según ha publicado la revista Star, la estrella de Disney está obsesionada con ponerse unos implantes en los pechos. Al parecer, su objetivo es alcanzar la misma talla de sujetador que usa la modelo y ex residente de la mansión Playboy, Holly Madison (que yo creo que con el ritmo que lleva, con que la demos un año más alcanza esa talla o incluso la supera, porque vaya con la pechonalidad de Miley, vaya…)
Pero de momento no nos alarmemos que para eso se inventó la mayoría de edad, para que los adolescentes locos tuvieran que pasar antes por el consentimiento de unos presuntos responsables padres y poner algo de cordura en todo el asunto. Y eso mismo le toca a hacer a Miley, por muy mayor y mujer que se crea. Pero si he dicho la palabra presuntos, es por algo.
Y es que lo padres en la relación no pintan mucho, la verdad. La que mete el dinero en esa casa por mucho que les cueste asumirlo es ella, y la que maneja el poder sobre sus decisiones corre el rumor que es ella misma y no sus padres. Así que si a la niña se le mete entre ceja y ceja que quiere aumentar la talla del sujetador, los padres lo único que van a poder hacer es aconsejarle una buena clínica para que, ya metidos en faena, al menos salga lo mejor posible.
Triste pero cierto.
Vía | Diario femenino
Foto | Taringa.net