España está preparada para vivir el Chanelazo este fin de semana en la final de Eurovision 2022 y gran parte de este entrenamiento se lo debemos a aquella mujer que ya nos enseñó el golpe de efecto que puede tener una buena marca con esas lágrimas que provocó en su hija con su primer 'LouisVi'. Ayer RTVE retransmitió la primera semifinal/criba de esos países que no pagan sus cuotas religiosamente y están fuera del Big 5 (Reino Unido, Francia, Alemania, Italia y España), es decir, del grupísimo selecto que pasa directamente a la final del festival de la canción europea entre los que nos encontramos nosotros.
Se busca la esencia de Eurovision 2022
La audiencia coincidió en que, más que un festival hecho por y para el colectivo LGTBI+ europeo, la semifinal 1 de Eurovision pareció más un concierto plurilingüe de Álex Ubago por la cantidad de baladas que hubo y que, por ende, pasaron a la final para competir contra el desmelenamiento de Chanel el próximo sábado 14 de mayo en el Pala Alpitour de Turín, Italia.
Jurado, que no ha habido peor jurado en la historia de Eurovision
Los 10 países clasificados fueron Suiza (que actuará la primera, nunca secondary el sábado), Armenia, Islandia, Lituania, Portugal, Noruega, Grecia, Ucrania, Moldavia y Holanda, quedándose fuera Letonia, Eslovenia, Bulgaria, Croacia, Dinamarca, Austria y Albania, siendo esta última con su Lola Índigo balcánica como representante la gran "injusta eliminada" de esta primera semifinal.
De los creadores del Benidorm Fest y la poca confianza en la gurú Myriam Benedited, llega ahora el tongazo (según la mayoría) de esta primera semifinal de Eurovision. Y es que Albania, polémica por la foto que le borraron a la representante por tocarse el 'Pepe' en la coreografía, no fue la única pérdida llorada entre los eurofans, sino que también ha dolido la descalificación de Austria. Los dos países sufrieron la desdicha de ser eliminadas por no haberse tomado un Dormidina más una Valeriana Forte antes de salir al escenario.
Laura Pausini y el "homenaje" a Rafaella
Haber contratado a las 'Sexbomb' con Sonia Monroy, Yola Berrocal y Malena Gracia a la cabeza para homenajear a Raffaella Carrà hubiera sido mejor idea que el esperpento de actuación que hicieron tratando de rememorar a la mítica artista italiana que se habría ido a hacer el amor al sur como una loca para olvidar este ultraje a su trayectoria.
El contrato sobre el que no tenemos ninguna queja es el que le ofreció la organización de este Eurovision 2022 a Laura Pausini como presentadora. La frescura, la naturalidad y su superstición fue el auténtico homenaje a Rafaella como presentadora, ya que la cantante italiana consiguió resucitar el espíritu de su antecesora. Insuperable el momentazo en el que la Pausini sustituyó la sexta posición por su ya mítico "Porca Vacca".
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