Lilly Allen luciendo celulitis con satisfacción

Unas lucen vestido nuevo sin complejos a pesra de que sea un auténtico atentado contra el buen gusto y el decoro, otras se creen divas con un peinado que más bien parece un lametazo de una vaca (pero eso sí, un lametazo que bien vale 500 euros) y lo lucen con orgullo y satisfación, y otras como Lilly Allen lucen su cuerpo serrano sin comejos y sin tapujos, sin importarle como sale o deja de salir.

Así que puedes tener un cuerpo lleno de estrías o con celulitis, como le sucede a ella, y tomártelo de dos formas: escandalizarte y no salir en tu vida con unos shorts al escenario, o bien matarte a hacer ejercicio porque ante todo está tu ropa y tus modelitos. Y por último está la opción de Lilly Allen, que es importarte un santísimo bledo lo que diga la gente y las cámaras y lucir con orgullo tu celulitis.

Y eso es lo que ha hecho. A ella le gustaba el vestido, quería llevarlo en el concierto pero no tiene las piernas de Gisele Bündchen. ¿Y eso que importa?

Vía | Objetivo Celebrities

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