Muy duras a la par que claras las declaraciones de Billy Ray, el señor padre de Miley Cyrus, sobre su hija y sus perspectivas laborales. Si hay algo de lo que de verdad estaba seguro de este hombre, es de que no había ningún día en el que no se acostase y lamentara que su dulce hijita entrase a ser Hannah Montana y ahora le de a los psicotrópicos, se haya ganado la reputación de fresca y de pájara (en el sentido literal, que sale vestida de Urraca en sus videoclips) y la mitad de las organizaciones en pro de la educación de los hijos la tenga vetada la entrada a través de los televisores en casa mientras comen con sus hijos. Muy orgulloso este padre no se tiene que sentir, y él lo ha dejado bien clarito:
Está claro, Hanna Montana destrozó mi familia
Y que queréis que os diga, yo lo leo, y le miro a la cara con esos ojitos de perro pachón que pone, y vuelvo a leer las declaraciones y le vuelvo a mirar la cara con su gesto de “él no lo haría”... y se me hace un nudo en el estómago a estas horas de la mañana que ni a cervezas se me quita.
Además el pobre hombre no ha terminado de sufrir el calvario de la fama de Miley Cyrus, que va. De hecho sólo ha acaba de empezar que, ahora que la niña se echa novios, y sale más que antes, y pasa de celebrar los cumpleaños en Disneyland para irse de botellón con sus amigos (esos mismos que le ofrecen salvia para que se relaje y componga canciones más rápido), pues Billy Ray tiene que estar más tiempo encima suyo:
Estoy asustado por ella. Tiene a mucha gente a su alrededor y la están poniendo en mucho peligro. Sé que tiene 18 años, pero aún siento que es mi deber tratar de ayudarla. Cuidarla un poco, al menos hasta que esté fuera de peligro
También te digo una cosa Billy, que tu hija se las busca solita cuando quiere. Que puede estar rodeada de mucha crazy people como tú la llamas, pero también a Miley le gusta más la fiesta y el pendoneo que a un tonto un lápiz. Y si a eso le sumamos que no tiene mucha molla dentro de la cabeza pues el coctel es realmente… mediático, que es lo que es al fin y al cabo.
Para que quede constancia, quiero decirlo claro: nunca me he lucrado de Miley. Mucha gente ha obtenido beneficios de ella. Pero yo me siento orgulloso a día de hoy de no haberme hecho con un solo dólar, o céntimo, por ella, por mi hija
Y esto último me lo creo. En serio. No le veo un padre de esos que hacen lo posible porque su hija se lleve los mejores papeles, que administran la cuenta bancaria de la niña para luego irse de borrachera todas las noches (que me sé de unos cuantos que lo hicieron como el de Macaulay Culkin), sino todo lo contrario: un padre preocupado por su hija, por su salud física y mental y sobre todo un padre preocupado. Me ha roto el corazón.
Vía | Sugarscape
Foto | Diabetisfun
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