Gracias a la oportuna y rápida visión de uno de nuestros poproseros, Gentleman Yerman, después de una exhaustiva a la par que ardua investigación y tras descifrar a ojo la piedra roseta (quién mejor que poprosa para hacerlo) nos vemos en la obligación de asombrar al mundo con el descubrimiento que hará que por fin podamos entender el sentido de la vida y ya de paso, la identidad oculta de una de las celebrities más histriónicas irrepetibles. Abrid las orejas, que allá va:
Lady GaGa no existe, es Omaíta encorsetada
La imagen de arriba no deja lugar a dudas: lo cierto es que sí, está mucho más delgada y parece que intenta ocultar sus ojos bajo esas gafazas, pero sabiendo que estamos en plena época de operaciones bikini y dietas de alcachofa con agua de mineralización muy débil (si con eso ya no bajas kilos apaga y vámonos), hemos descubierto su actual profesión tras abandonar el personaje de los Morancos en España, y ha decidido dar el salto, con bastante éxito por cierto, al plano internacional.
Sea como fuere, te hemos descubierto, Lady Omai-GaGa...