Anonadada me hallo poproseros, nunca pensé que llegaría un momento así, pero es que no puedo menos que decir chapó y bravo por la revista Elle que el mes de enero nos deleita con dos portadas de este calibre: una la de Britney Spears que veíamos ayer junto a sus nenes y otra ésta, protagonizada por la que, sin duda, es uno de los grandes personajes de este año Lady Gaga.
Quizá la genialidad de esta sesión de fotos sea precisamente la normalidad, la sencillez, la claridad, ver ese lado de la cantante que casi ni conocemos debajo de los disfraces, maquillajes imposibles y el sinfín de aparejos que se pone en el cuerpo. Vamos a ver, tampoco es que vaya de vaqueros y camisa, no dejará de llevar sus extravagancias, pero han conseguido darle otro aspecto, está muy muy guapa.
Cómo sorprende verle la cara a esta mujer, parece mentira que nos llevemos las manos a la cabeza por descubrir bellezas ocultas, aunque tampoco vamos a negar que el photoshop ha hecho de las suyas y hasta le ha dado un toque muy Madonna me parece a mi. Pero sin duda, el fotógrafo Tom Munro ha sabido sacar lo mejor de Lady Gaga.
En la entrevista hace declaraciones muy graciosas como que en ocho o diez años tiene ganas de tener críos para que los cuide su padre... bueno graciosa, graciosa igual no, el que se tiene que estar partiendo el pecho tiene que ser el susodicho al que le va a caer el marrón.
También dice que no cree que sus portadas de los cds sean sexuales, todo lo contrario (ya ya). Eso sí comenta cómo le costó sangre, sudor y sobre todo muchas lágrimas convencer a la discográfica que eran comerciales las fotos de su último álbum, considera que lo que menos necesita el público es otra foto de una chica en la playa entre la arena... Y qué narices, tiene razón aunque tampoco hay que llegar a los extremos que tú llegas nena.
La verdad es que es una de esas revistas que merece la pena.
Gracias a Ander por la información.
Vía | Elle