Con lo que cuestan algunas joyas y trajes de diseñadores exclusivos, es bastante habitual en el mundo de la farándula que algunas colecciones presten temporalmente a ciertos personajes de este mundilllo sus creaciones para después devolvérselas, pero puede ocurrir como ha ocurrido con Jennifer López, que se ha encariñado de unas joyas de 50.000 dólares y la cantante no quiere devolverlas.
La semana pasada, el joyero suizo Robert Mouawad le prestó a Jennifer López un diseño de diamantes valorado en 39.790 euros para que lo luciera en un evento en la tienda Barneys de Beverly Hills. Gwen Stefani o Ellen Pompeo de Anatomía de Grey acudieron al mismo evento con joyas prestadas también pero ellas las devolvieron, cosa que J.Lo no hizo.
Benny Medina actual manager de Jennifer López, ha explicado a varios medios de comunicación que Jennifer recibió las joyas y el vestido que llevaba en el acto a modo de pago por acudir al evento:
"Hubo una oferta. Estaba muy clara. Se acordó que le darían la colección entera de joyas y el vestido. Jennifer fue la única estrella cuyo nombre figuraba en la invitación. Lo hubiera hecho a cambio de nada, pero así fue como se presentó. Fue una oferta generosa""
El joyero por su parte dice que se quedo de piedra cuando recibió la llamada de Benny Medina diciéndole que Jennifer se iba a quedar las joyas. Mr. Mouawad dice que Jennifer tiene dinero suficiente como para pagarse las joyas caso de que las quiera y que desde luego no va a perder el sueño por esa suma de dinero y que demandarla ahora lo considera algo un tanto presuntuoso y fuera de lugar, por eso va a esperar y confiar en el buen hacer de la cantante porque como ha dicho textualmente el apoyo de Jennifer López no tiene precio.
Esperemos que el joyero tenga más suerte en este caso que la que han tenido las últimas firmas de joyas con las celebrities, como ocurrió en 1993 a Sharon Stone, que fue demandada por la empresa Harry Winston después de que no devolviera un collar valorado en 320.000 euros a lo que la estrella alegó que pensó que era un regalo o Paris Hilton, que se vio obligada a desembolsar nada menos que 80.000 euros después de perder un lujoso brazalete que llevó a la gala de los Oscar en el año 2003.
Vía | RPP