Con lo buen chaval que es Enrique Iglesias, verlo mosqueado no es lo habitual. Pero claro, si ya hablamos de que está por medio Amy Winehouse, se puede esperar uno cualquier cosa. Según The Mirror, esta semana ambos coincidieron en una fiesta en Londres. Hasta aquí todo muy cordial. Pero, llegado el momento Enrique subió al escenario preparado para marcarse un tema para los presentes, pero todo el mundo andaba un poco a lo suyo (imaginamos que atándole a los canapés y las copas, que para eso es una fiesta), y entre ellas estaba Amy, que no sólo no prestó atención sino que incluso se burló junto a su novio del cantante.
Entendemos que, conociendo el pasado de Winehouse, este detalle es incluso poca cosa, pero ahora que está tan recatada y, supuestamente, alejada de todo lo que se llame alcohol, drogas y vicios pues parece en plan coña. Una broma de la británica, que no le pegue a la ginebra no significa que haya mejorado en modales o que ahora se comporte como una princesa.
La cosa terminó mal y Enrique detuvo la actuación:
Chicos, vámonos. Hay demasiado ruido. Es como tocar en una puñetera boda rusa, pero sin que nos paguen
Lo de la boda rusa, ¿sería por el vodka ingerido por los presentes?
Vía | Paroleparole