Mira que a mí lo de regalar perfumes de celebrities siempre me ha parecido una horterada de mucho cuidado. Ya puede ser Jennifer López como Madonna, me es totalmente indiferente y me da el mismo respeto: poco. Pero tengo que reconocer que son el negocio del año para todos aquellos que no saben que hacer estas navidades para que el árbol se quede tan vacío el día 6 de Enero. Porque no nos engañemos, Madonna y su perfume como regalo pueden llegar a ser una buena opción para muchos y eso que todavía no lo he olido.
El nombre del perfume ya lo dice todo: Verdad o Atrevimiento. Es como si te jugases la vida y el tener el olor en la camisa para el resto de tu vida. O te atreves y te lo echas sin pensar o de verdad te acercas a la dependiente de la droguería y le preguntas amablemente si es uno de esos perfumes que te pones una vez y luego se tiran dando vueltas por casa durante unos cuantos años.
Para Madonna obviamente, que es la que lo vende, las cosas no son blancas o negras excepto en la portada del anuncio, que ha preferido hacerlo como muy vintage todo a dos colores. Sensual sale un rato, de eso no cabe duda, pero es que la fragancia incita a ello porque precisamente lo que pretende es sacar nuestras dos caras: una sensual y la otra atrevida en un juego visual lleno de erotismo.
Mi primer recuerdo es del perfume de mi madre. Me lo llevaba a todas partes. Ella siempre olía a gardenias en una mezcla femenina y misteriosa. Quería recrear ese aroma pero con un toque fresco y nuevo. Algo sincero y a la vez audaz, por lo tanto decidí llamarla ‘Verdad o atrevimiento’
Yo con que os atreváis a probarla y luego me seáis sinceros, me basta y me sobra.
Foto | Madonna Store