Blas Cantó está en la Luna (literalmente): llueven las críticas tras su primer ensayo oficial de Eurovisión por su "súper escenografía"

Blas Cantó está en la Luna. No, no, no nos entiendas mal. No estamos diciendo que esté con la cabeza más pallá que pacá. Sino que literalmente está en la Luna... O al menos eso es lo que hemos podido ver de su actuación de Eurovisión.

Porque el próximo 22 de mayo es el gran día, y hay que estar preparándose a fuego. Así que ayer mismo fue el primer ensayo con cámaras en la que ya se pudo ver la que será la puesta en escena final (a pesar de que pueda haber algún que otro retoquito).

'Voy a quedarme' es el tema que cantó (y cantará) Cantó. Un homenaje, como él mismo ha comentado, a su abuela, que falleció en diciembre del 2020 por culpa del Covid-19. "No es fácil para mí cantar esta canción. Es muy duro. Tengo que admitir que si pienso mucho en la historia detrás de la canción estaría llorando todo el tiempo", confesó en la rueda de prensa.

Hablemos de lo que viene siendo la puesta en escena, del espectáculo, del show. Una apuesta sencilla, sin grandes aspavientos. Un Blas Cantó de negro riguroso y un fondo que simula un cielo, con sus estrellas y una gran Luna.

Pero un momento... Porque esa Luna, que parece salida del atrezzo de 'Crepúsculo', parece no haber convencido a muchos de los espectadores. Una creación del director artístico holandés Marvin Dietmann que no ha hecho mucha gracia. Y, como siempre, la gente ha volcado su opinión en Twitter. Canelita en rama.