Beyoncé y sus resbalones traicioneros

Ya hemos comentado alguna vez que eso de dar conciertos con ciertos atuendos tenía que ser declarada profesión de alto riesgo y deberían tener un plus de peligrosidad. Quién no recuerda el piñazo que se dio Lady Gaga o el tan comentado culazo de Jennifer Lopez. Pues bien, ahora es otra de las grandes divas la que ha sufrido un percance semejante: Beyoncé.

Y es que claro, una se quiere lucir, llevar taconazos y hacer dobles tirabuzones en el aire con triple salto mortal, que pasa lo que pasa, resbalón al canto y acabas en el suelo. Eso sí, la regla de oro en estos casos es hacer como que no ha pasado nada, disimular una vez que estás ya espatarrada en el suelo y seguir con un bailoteo, da igual cómo sea y si se parece a una posesión demoniaca propia de la niña del exorcista, el caso es seguir con ese glamour que tanto les caracteriza a los famosos. Y, por supuesto, como segunda y fundamental regla de estos casos, hay que negarlo siempre y asegurar que era parte de la coreografía, casi te partes un tobillo y acabas escoñá perdida, pero tú vales más que todo eso. Faltaría más.

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