Hemos de fiarnos de su palabra, y mira que me cuesta. Que si hay una bicha mala por los mundos de la farándula y lo rosa, ese es Perez Hilton. No se si sabréis que Jennifer López celebró su 40 cumpleaños (duró dos días) el pasado 26 de julio en el Hotel Griffou de Greenwich Village, en Nueva York, y de carácter más íntimo la noche siguiente en el Edison Ballroom, de la misma ciudad. Al parecer, Perez Hilton se encontraba por allí porque estaba rodando su última película The Back-Up Plan.
Y según sus propias palabras fue totalmente decepcionante. Y Jennifer López no quiso ocultar que no le hizo ninguna gracia el que faltasen invitados y que los pocos que llegasen lo hicieran tarde. Según Perez Hilton, la diva tenía un cabreo considerable y no paraba de refunfuñar arriba y abajo quejándose por todo.
Al parecer, hubo varias ausencias sonadas, entre ellas las del matrimonio Cruise, los cuales Jennifer dio por sentado que sí que irían, e irse después porque había quedado a cenar con un amigo. Así que podéis imaginaros que para los que fueron, como Alicia Keys y su novio, o la actriz Liza Minelli, no les hizo mucha gracia ver como Jennifer se cabreaba por momentos y su enfado aumentaba más y más y más…
Al final, Jennifer consiguió relajarse y evadirse de todo el mal rollo ocasionado por la falta de invitados, descorchó un par de botellas y, si os he visto, no me acuerdo.
Vía | 20 minutos