Es cierto que esta chica nunca se ha caracterizado por poseer precisamente una figura en la que cupiesen unos cuantos kilitos de más, y, ya bien sea por sus hábitos alimenticios o por que así lo dictaminan los genes que su madre y su padre le dieron, su fisionomía es tirando a delgada, rozando lo esquelético.
Pero es que ahora creo que el asunto está alcanzando unos alarmantes niveles de delgadez que ya no son justificables ni por stress, ni por metabolismo ni leches en vinagre: Victoria está demasiado delgada.
Lo bueno de todo el asunto es que parece ser que ella misma se ha dado cuenta de que ya no es agradable el que a uno se le marquen las venas del cuello, que la cara esté continuamente chupada o que los brazos se asemejen a palillos chinos, por lo que le ha pedido a quién viene siendo su marido, David Beckham, que por favor le proporcione una dieta para lograr ganar algo de peso, ya sea en masa muscular o en grasa aunque, ni la veo levantando pesas, ni la veo hinchándose a comer chuletones pero bueno, dinero tiene para pagarse un endocrino, así que lo haga cuanto antes.
En Poprosa | Vicoria Beckham o como ser una fashion Victim