Lo de Paula Echevarría con la moda ha sido una cosa que cuando me pongo a pensarlo así en frío me tengo que sentar para no pegarme una leche con la mesa, porque igual me caigo del susto: ¡Madre mía, lo rápido que ha escalado esta mujer en tan poco tiempo...! y lo más importante es que lo ha hecho sola, no por ser la mujer de tal o la imagen de la firma de Pascual, que va. A Paula le gustan los trapitos, de eso no cabe duda, y encima tiene como un encanto particular, un no se que que hace que todo el mundo la vea como una tipa guay del paraguay y el caso es que consigue meterse en el bolsillo a todos sin esfuerzo. Tendré que quedar con ella e invitarla a un café a ver si me cuenta cómo lo hace...
Teniendo como tiene Paula Echevarría su propio blog de moda y tendencias y que lo mima como si fuera un hijo más, no era de extrañar que las firma se empezaran a preocupar por ella, que visto que cada vez son más las chicas que se meten para ver las fotos que cuelga, como se pinta las uñas de ese color melocotón que tanto os gusta o el nuevo Vuitton que se ha comprado, es un filón para la moda que hay que explotar antes de que se les adelanten otros. Y así ha sido: Blanco se ha lanzado como un perro de presa sobre ella antes de que le meta mano Inditex (mano, pero de la buena, cochinos).
Será la imagen de promoción de la colección otoño-invierno de la firma que ha decidido que esa facilidad para conectar con todo el mundo no puede desperdiciarse. La han llenado de trapitos, le han maquillado, le han puesto más guapa de lo que ella ya está (aunque no más que en su blog, que allí ella está divina de la muerte siempre) y ale, ale, a inundar las pasarelas de todas las calles de Madrid para que cuando la gente venga de fiesta y la vea digan lo que todos pensamos: hay que ver esta Paula, lo mona que va siempre...
Foto | Tras la pista de Paula