Desde luego que no puede haber mejor manera de entrar en el 2012 que la que ha tenido Gisele Bündchen. Mira que uno se afana por llevar el día 31 algo de color rojo, y poner lentejas en la copa de champagne, y echar sal detrás del hombro... pero ni con esas se puede tener tan buena suerte como la que está teniendo aquí la moza, que a cualquiera que se le diga que en menos de 4 días la he visto en tres campañas de moda diferentes para este mes de Enero y que la cosa tiene pinta de ir creciendo... no sé lo cree.
Primero fue la campaña de Salvatore Ferragamo, en el que la moza salía guapa hasta decir basta con esos estampados primaverales que me gasta, con mucho color y sobre todo con un paisaje que era la envidia de todo el mundo:
El Golden Eye Resort en Oracabessa, Jamaica y encima acompañada del modelos Noah Mills. Vamos, un regalo de reyes de los grandes.
Y pensamos, joe, que guay, cuánto me alegra que Gisele Bündchen sea una de las que estrena kiosco de moda este año. Pues no señores, no es que estrene kiosco de moda, es que literalmente lo acapara porque después de Salvatore Ferragamo nos viene en la campaña de Givenchy.
Y aunque el color sea más oscuro y el día invite menos a meterse dentro del agua, la rubia se ha vuelto a salir con la suya y vuelve a estar en la playa rodeada de maromos y vistiendo prendas que yo en mi vida pensaría poder tener en mi armario aunque fuera por una noche. Lo dicho, que los hay estrellados y los hay con una estrella en el culo.
Y si pensábamos que esto se había acabo, venimos con otra taza más de arroz, por si nos habíamos quedado con ganas. Porque ahora cambiamos los Givenchy por los Versace y la playa por la piscina pero adivinad que... la modelo sigue siendo la misma. Vamos, que le han visto cara de productiva este año y no la quieren dejar en paz ni un solo momento.
A mi ya solo me queda preguntarme si esta mujer habrá cobrado todo este pastizal antes de los regalos de la navidad, porque de ser así, me gustaría saber que leches encontró su familia debajo del árbol en esta temporada, que con lo que ha tenido que meterse para el bolsillo, seguro que ahora mismo no estarán quejándose y llorando por las esquinas porque este año ha tocado carbón.
Fotos | Givenchy, Versace, Salvatore Ferragamo