María Pombo muestra el resultado de su operación de pecho: el tamaño de las pombos se le "fue de madre" y la recuperación va "de locos"

Las operaciones de pecho están a la última. Tras que conociéramos ayer el resultado de la operación de nectarinas a la que se sometió Rocío Flores, ahora la influencer y empresaria de moda María Pombo ha querido compartir con sus 2,3 millones de 'followers' de Instagram cómo van sus bombonas tras la intervención de bubbies a la que se sometió hace tan solo unas tres semanas.

La líder del movimiento 'postureo nacional' se metió en quirófano para someterse a una reducción de pecho y ha aprovechado para pillarse todos los extras para lucir el escote perfecto en las próximas alfombras rojas: "No os puedo explicar la emoción que tiene mi persona. Han pasado sólo 22 días, pero ya estoy completamente feliz con el cambio. Todavía tiene que amoldarse muchísimo a mi cuerpo y tener una caída y un movimiento natural", compartía con sus seguidores.

Los motivos de su operación

La Pombo ha narrado a través de sus instastories que ha querido pasar por boxes por el dolor de espalda y las jaquecas que le provocaban el tamaño de sus mamellas. María llegó a tener una copa F (una más grande que la de Rafa Nadal tras el Open de Australia) durante su embarazo y, claro, la pobre sufría.

"Aparte de que me creciera el pecho tras dar a luz a Martín, se me vació y había menos músculo y más piel. Era más peso que tenía que soportar mi cuello y más dolor de cabeza. Comodidad pura y dura", ha contado tranquilizando a sus fans ya que la cicatrización, según dice, está yendo "de locos". Tanto es así, que ayer no se perdió el fiestón de 'Glow Filter' con influencers tops (es decir, sin Marta López Álamo) que se celebró anoche en el Ritz.

Con una cicatriz como su hijo Martín de grande, María es consciente de la pedazo de intervención a la que se ha sometido: "Desde que me quedé embarazada el tamaño se fue de madre. Después al volver a su tamaño original se me quedaron muy vacías en la parte superior, cosa que estéticamente no me gustaba nada y eran todavía más difíciles de controlar", añadía muy contenta con el resultado.

"Decidí ponerme implantes por prevención, los más pequeños que existen de 100 cc, y evitar que se me caiga o vacíe en un futuro. Por supuesto, la ley de la gravedad es la ley de la gravedad y contra eso no hay solución definitiva", finalizaba dándonos un cursillo express sobre tallas de sujetador para al menos tener un A1 y poder acceder a un puesto de trabajo en Intimissimi.