Qué nos gusta inventarnos rupturas donde no las hay, madre del amor bendito. Malena Costa y Puyol están perfectísimamente, lo único es que cada uno anda liado con trabajo de por medio y no por eso hay que pensar que les asalta el síndrome de la Tablada y Bisbal, que generalizar nunca fue bueno y mucho menos en verano que parece ser que es cuando las cosas se ponen más tensas en las parejas (por eso de que tenemos más tiempo libre...)
Pero ese no es el caso de Malena Costa y mucho menos el de Puyol, que según parece los dos están pasando por el momento más tierno y romántico de sus vidas. Lo que pasa es que con eso de que Malena es ahora la nueva embajadora del deporte este que se ha puesto de moda, el Zumba, junto con Enriquito Iglesias hijo, pues le queda poco tiempo para irse de vacaciones por ahí con su chico y lo poco que tiene no le coincide con las vacaciones de Puyol.
Aun así sacaron tiempo para irse a Ibiza, no sé si os acordáis, y ha venido la tía negra como un tizón y con las pilas puestas dispuesta a comerse el mundo:
He estado en Ibiza, me lo he pasado muy bien, he disfrutado mucho, relax y otra vez al trabajo. Luego me voy de vacaciones otra vez con la familia pero Carles no vendrá conmigo, él esta trabajando ya, yo también, pero aún tengo unos días para ir a Mallorca y ver a mi familia y luego de vuelta al trabajo
Y efectivamente la pregunta de después era clara e inmediata: preguntarles sobre los rumores de ruptura que rondan a la pareja y que de ninguna forma se ven reflejados en la realidad que conocemos nosotros a través de las fotos. Por supuesto Malena dijo que si no teníamos cosas más importantes que hacer que inventarnos rupturas y cabreaos ajenos... que con lo bien que estaba uno en la playa dejando aparcada la lengua viperina en casa... Creo que ha dejado todo bien claro.
Foto | Malena Costa en Twitter