Y quien dice tetas dice el cuerpo entero pero ya se sabe que algunas famosas tiene un indicador especial para saber si han adelgazado o no: el pecho. A unas se les chupa la cara, otras se les nota en las muñecas y otras de un mes a otro pasan de tener almendritas a auténticos globos dirigibles entre los brazos. Y claro, eso visto desde un punto de vista algo más físico que dietético o de salud… pues tiene su intríngulis morboso.
Y resulta alucinante pararse a pensar cuantas famosas son adictas a este tipo de dietas que les hacen continuamente estar como auténticos yo-yo. Algunas como Elena Furiase es alucinante lo que pueden llegar a cambiar del verano al invierno. No sé si será por cuestión de metabolismo o que siente una especial predilección por el turrón de Jijona pero, cuando llega el mal tiempo y como si de un oso polar se tratase, empieza a coger peso imagino que para protegerse del frío. Eso sí, luego le echa un ojo al calendario, ve que Julio y sus playas están a poco de aparecer y ale, ale, adelgazamos de nuevo como si nada. Si ya lo dice Lolita, su señora madre:
Mi niña lleva a dieta desde que tenía 12 años porque, como a mí, nos gusta mucho comer. Hemos ido al gimnasio, pero sin mucho éxito. Somos muy vagas y, si podemos, desayunamos en la cama
Kim Kardhasian es por ejemplo otras de las que da gusto cuando coge peso, porque se le pone un culo tomatero y unos pechos que me río yo que los hermano Montgolfier y lo que tardaron en inventar el globo aerostático. Si llegan a ver conocido a la Kardashian en sus tiempos de dame una magdalena y me como la bolsa con plástico incluido seguro que a estas alturas estábamos todos viviendo en casas en mitad del aire al más puro estilo ‘Up’.
Y seguimos con famosas yo-yo y como no podía ser de otra forma le toca el turno a Sara Carbonero, que ahora que tiene tetas nuevas, éstas se han convertido en el indicador perfecto para saber cuando come o deja de comer. Vamos, que esos 250 gramos que tiene de más hacen vida a parte de Sara y depende de lo lleno que tenga el frigorífico y del deporte que le haya dado por hacer, se le notan más o menos (sin tener en cuenta como de entalladas lleva las camisetas). Definitivamente son como el Guadiana, que aparecen y desaparecen según se les da la gana.
Jessica Simpson… dios mío, creo que ha sido uno de los casos más sonados en lo que a adelgazar y engordar se refiere. Porque pasó de tener un cuerpo sílfide que era la envidia de todos, a tener otro que seguía siendo la envidia de todos (porque otra cosa no, pero sana y feliz se la veía un rato) pero con unos veinte kilos de más a cada lado de los carrillos. De todo se dijo, que si era genético, que si era momentáneo, que si estaba enferma… el caso es que luego se volvió a desinflar y ahora parece que se mantiene estable en lo que podríamos decir que es su peso ideal (o eso dice ella)
Y así podríamos seguir indefinidamente: Christina Aguilera otra que tal baila con pechos de más y pechos de menos, Edurne, Tamarita, Natalia Verbeke, Megan Fox (aunque esta cuando engorda se lo lleva todo el culo y el pecho, no hay duda)... vamos, que lo de las dietas yo-yo, con las pestes que echan sobre ellas los endocrinos y con toda la razón del mundo, parece que están y estarán de moda por los siglos de los siglos.
Vía y Fotos | In Touch