Seguro que a Kirsten Dunst lo de sentarse otra vez con un león le ha tenido que hacer por lo menos gracia, aunque esta vez sea en un escenario y un marco algo distinto al de la última vez. Más que nada porque en la primera ocasión, no levantaba un palmo del suelo, tenía como diez años menos, seguía siendo rubia pero se jugaba a dos dados el pasarse el resto de su vida perdida en una jungla sin champú, sin vestidos y mucho menos sin poder conocer a Spiderman como conoció años después. Vamos, que fue en la película de Jumanji y creo que por aquel entonces nuestra Kirsten Dunst no tenía ni pajolera idea de quien era Bvlgari y de lo que pintaba esta marca en todo el comercio.
Pero claro, ahora nos hemos hecho mayores, ganamos un señor sueldo, hemos cambiado los petos vaqueros por las faldas de Prada y las deportivas por los Manolo Blanik. Y por supuesto de Nenuco nada, ahora usamos la nueva fragancia de Bvlgari, Jasmin Noir. Por eso los de la firma, han querido que la rubia sea la nueva imagen de la firma para el nuevo perfume que tienen pensado sacar de aquí a nada. Y ahí que le han colocado a ella con un bote de perfume que le saca a poco una cabeza al león y eso que el león es de esos que te encuentras en la sabana africana y como esté un poco oscuro, por el tamaño igual hasta lo confundo con un elefante o un hipopótamos.
Pero guapa sale un rato, de eso no puede quejarse. Foto | Bvulgari