Si tuviéramos un 'Juego de Tronos' made in Spain en los tiempos que corren, ya os digo yo que el trono de hierro sería el butacón del despacho principal de los despachos de Inditex. Incluso me atrevería a decir que, tras la Fábrica de Moneda y Timbre y el Banco de España, el Profesor y el resto de atracadores de 'La casa de papel' se centrarían en entrar en la casa de Amancio Ortega si hubiera una temporada más de la serie de Netflix. No hay lugar en nuestro país con más dinero. Y es que la corporación textil del gallego es, más que una empresa, un imperio. Una macro industria de hacer dinero que ha separado a sus dos herederas, Marta y Sandra Ortega.
Resulta que las jefas de esas almas caritativas que Dios premió con el don de la paciencia y cuyas principales herramientas de trabajo son el "pruébate una talla menos por si acaso" y del "voy a ver si me queda alguno dentro" no tienen muy buena relación.
A la recientemente designada como cabecilla de la 'House of Zara', Marta, y la mujer más rica de España según la revista Forbes, Sandra, solamente les une ser las hijas de Amancio Ortega y el cheque de regalo "barra libre" en todas las prendas del Grupo Inditex que quieran porque no se soportan. Al menos, esto es lo que ha sacado como conclusión el programa 'Viva la vida' con una serie de averiguaciones que ha puesto de manifiesto la periodista María Verdoy.
"Sus distintas personalidades y la manera de llevar el apellido que les une ha hecho que la relación entre las dos hermanas sea ahora mismo prácticamente inexistente hasta el punto de que Sandra no asistió a ninguna de las dos bodas de Marta", ha sacado a relucir la copresentadora del 'Sálvame Light' que emiten los fines de semana en Telecinco.
Que Marta y Sandra Ortega son como las Terelu Campos (hija predilecta, heredera del curro de su primogénito/mentor) y la Carmen Borrego (la gran desconocida hasta que pegue la patada -que no la papada-) del mundillo ricachón no es nada de lo que no se haya hablado ya en los medios de comunicación. De hecho, el diario 'La Opinión A Coruña' ya publicó que entre las hijas de Amancio "apenas existe trato y, cuando lo hay, es por cuestiones puramente profesionales".
Dicho periódico, en su versión digital, ha garantizado "que, mientras que Sandra Ortega huye de la fama y de cualquier alarde de ostentosidad, la hija pequeña de Amancio Ortega es todo lo contrario. Marta Ortega pertenece a esa denominada 'jet set' patria y Sandra lleva una vida discreta con su marido y sus tres hijos con los que reside en Oleiros". Unos párrafos que ya dan, por lo menos, para la primera temporada de la serie que Netflix ya debe estar ideando.
Otro de los motivos que podrían haber resentido la relación entre las hermanas 'Ella baila sola' del mundo textil (Marta y Sandrilia) habría sido la separación de sus padres, Amancio y Rosalía. Según el periodista Juan Luis Galiacho, la hermana pelirroja se posicionó del lado de su madre al enterarse que su papá jugaba a 'La Isla de las Tentaciones' con las trabajadoras de su empresa mientras que Marta apoyó a tope el matrimonio del mayor empresario de nuestro país con Flora, la segunda mujer del magnate (entre otras cosas, por el simple detallito de que ella es hija de esa relación).
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