Y la verdad no entiendo por qué, el caso es ponerle pegas a todo lo que se saca hoy en día. El motivo por el cual Eva Mendes ha sido tachada de poco original y provocativa es precisamente porque en un reportaje como el que había dado para la revista W Magazine, debería haber salido enseñando moda y no cacha. Y me resulta muy curioso que sean algunos de los propios editores de la revista los que reconozcan que a veces se pasan intentando vender la imagen del cuerpo de algunas de las modelos.
Sinceramente creo que ya es quejarse por quejarse. Una modelo está dispuesta a posar en multitud de escenas y situaciones sin que (ahí estamos todos de acuerdo) quede degradada su imagen como mujer/modelo/persona. Pero sabemos que hoy en día la competencia entre las revistas, las firmas, los catálogos y la moda es bestial, y aquí el que no corre, vuela. Por eso los fotógrafos y editores se las ven y se las desean para dar salida a números con algo de gancho, aunque por ello tenga que subir el tono de las páginas.
Pero en ningún momento creo que se trate de una revista porno ni que Eva Mendes esté obligada a enseñar los pezones para conseguir más lectores. Únicamente se trata de un número más caliente, en el que se intenta mostrar algo de sensualidad en las prendas con una Eva Mendes explosiva y luciendo las prendas de manera muy picante. Pero ya está, no es necesario que lo saquemos de contexto.
Y es que me estoy dando cuenta de que el mundo de la moda está lleno de contradicciones. Cuando no se quejan de que la modelo está muy delgada, se quejan de que ha engordado, y si la portada es muy austera, ya están los que digan que las portadas subidas de tono son más propias de la revista Interview que de W Magazine. En fin, que nunca llueve a gusto de todos, está claro.
Vía | Tendenci.us