El desfile anual de Victoria Secret sirve para dos cosas: para que a los chicos les dé un pampurrio hormonal, y para que nosotras nos pongamos a dieta. Porque los ángeles de Victoria Secret tienen muy poco de divino y mucho de pecado, sólo hace falta ver ese poderío pectoral, esos muslacos que parecen tallados en marmol, y ese bamboleo hipnótico que tienen todas encaramadas a esos taconazos de vértigo.
Aunque este año se nos ha descolgado la espectacular Karolina Kurkova, a mí me ha encantado ver a Miranda Kerr, guapísima no, lo siguiente, después de haber sido mamá y haber tenido un pequeñuelo de estos que dan ganas de morderle los momios. Vamos, que me digan dónde firmo para tener ese cuerpazo después de parir. Hombre, y antes también, para qué nos vamos a poner tiquismiquis.
Como podéis ver, Miranda ha vuelto por sus fueros y no es que esté bien, es que está de toma pan y moja. Y encima con esa sonrisilla picaruela... ¡Si es que cómo no os va a volver to’ locos!
Otra de las habituales diosas que circulan por la pasarela de Victoria Secret es la espectacular Adriana Lima, que año tras año está más jamona y buenorra. Con esos encajes negros y rojos, y ese melenón moreno... ¡Está de quitar el hipo!
Pensar en hacer un desfile de lencería sin Alessandra Ambrosio es algo impepinable. Aunque, eso sí, no le tocaron los modelitos más guays, porque a mí esas mangas abombachadas y el corsé de callos como los vestidos de cuando teníamos 8 años, me da como cosica.
Sólo Doutzen Kroes puede lucir una macropeineta que le salga del trasero con ese estilazo sin caerse de los andamios que llevan por tacones estas muchachas. Alguna tendría que llevar arnés por esto de la peligrosidad…
El punto exótico lo puso la veinteañera escultural de Chanel Iman. Estas chicas salen de la adolescencia como si nunca hubieran tenido que preocuparse por el acné, los kilos de más… ¡Qué mala perra es la genética!
Ahora bien, por muy jamonas que estén todas – un poco delgadicas, la verdad -, lo cierto es que el desfile de Victoria Secret de este año ha sido un poco horterilla. Porque vamos, el collar flotador que le calzaron a la pobre Joan Smalls…
... por no hablar del look de sudadera con cola y tacones de Lindsay Ellingson.
A este paso, al año que viene terminamos viendo a alguna de lagarterana, o de jotera sexy, quién sabe. Y la guinda del asunto la pone el pensar en cómo nos quedaría un modelito de estos a una común mortal con lorza y un gusto especial por la Nutella. Yo creo que rebosaría por todos los bordes…
Vía | Trendencias
Fotos | Getty