Gisele Bundchen es quizá la modelo femenina mejor pagada, la heredera natural de las top models primigenias que en los 90 alcanzaron un estatus astronómico y que poco a poco, por la propia inercia del mercado, se consumieron cual supernova mediática y volvieron a su ser, que no es poco.
En su favor diré que Gisele es de las modelos que mantiene los pies en la tierra y los remilgos en casa. Sabe cual es su potencial y se aprovecha de los derechos que por ello obtiene; pero no evita las obligaciones de su profesión y se deja hacer por los fotógrafos y diseñadores. Las otras, las Claudia, Naomi y compañía fueron más allá y terminaron dirigiendo las campaña, mediatizando a los fotógrafos y exigiendo lo inasumible a la industria, lo que sin duda les pasó factura.
LaChapelle, el rey de la fotografía grotescamente glamurosa, del kitsch más elegante y camp, introduce a Gisele en su mundo de sexo, vulgaridad estilizada y estridente colorido. Y ella se deja, porque en el fondo sabe que está delante de un fotógrafo tan mediático como ella, que puede prorrogar y prolongar su reinado en el mundo de las tops. Después del salto os dejo la galería con todas las fotos.
Fotógrafo | David LaChapelle
Vía | CelebSlam