Grace Kelly fue toda una musa a nivel planetario. Una mujer que nació Filadelfia, se convirtió en una estrella del cine y conquistó a todo varón de la época. Era conocida como la 'devora-hombres', pero sería injusto recordarla como un simple caramelito para algunos. Grace fue, y siempre será, toda una diva de Hollywood.
Un 14 de septiembre de hace 40 años, Grace Kelly sufría un accidente de coche cuando regresaba a Mónaco desde su mansión de Roc Angel. Viajaba junto a su hija Estefanía, que corrió mejor suerte y logró salvar su vida. Aquel fatídico día, Grace fallecía y dejaba paso a su leyenda: la historia de un auténtico emblema en el mundo de la moda y el cine.
Grace Patricia Kelly se hizo un hueco inborrable en la gran pantalla. Fue la musa de Hitchcock, ganó dinero aspuertas y se convirtió en la gran adorada para Dior, Givenchy, Balenciaga o Yves Saint Laurent. La firma Hermés, incluso, bautizó uno de sus bolsos con su apellido.
En lo más salto de su carrera, la actriz decidía dejarlo todo por amor. Contrajo matrimonio con el príncipe Rainero de Mónaco el 18 de abril de 1956. Lució su vestido de novia como pocas otras lo habían hecho, con una falda abullonada y corpiño de Helen Rose.
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