Asociación ilícita y evasión fiscal. Esos son los delitos por los que se acusa a Valeria Mazza, una de las modelos argentinas más famosas de la historia. Pero si a vosotros los términos judiciales os suenan a chino, para que os hagáis una idea, se enfrenta a una acusación de la Administración Federal de Ingresos Públicos que puede costarla hasta 10 años de cárcel.
Y es que tanto ella como su marido, según las últimas fuentes, podrían haberle robado al estado 1,6 millones de euros entre los años 2002 y 2005. Y todo ello comenzó cuando fueron más de unos cuantos locos (palabras textuales de ella) los que se dieron cuenta de que el matrimonio tenía un nivel de vida que no era compatible con los volúmenes de impuestos que abonaba.
Al parecer, la pareja habría metido en el saco de los gastos comerciales, gastos personales, como viajes de placer, un Jaguar y un todoterreno Landrover, entre otros muchos caprichos.
También entran como culpables varias empresas, llamadas Vamagra S.A., Lo Soñado S.A. y AG Producciones, las tres con la misma dirección y con el nombre de la modelo en dos de ellas como directiva. Además, aseguran que la modelo no declaró todo el dinero que ganó durante unos trabajos realizados en Italia recientemente.
Así que Mazza, que tuvo su etapa de esplendor en los noventa, y que había cobrado algo de mala fama últimamente en su país de origen, donde fue declarada persona non grata por la comunidad homosexual argentina, debido a unas declaraciones de la modelo en las que afirmaba que la adopción entre parejas de un mismo sexo es una locura, ha conseguido elevar sus cuotas de odio en gran parte de la comunidad argentina.
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