Jennifer López lo va a tener complicado para interpretar a esta malherida folclórica que se subió ayer al escenario del estadio Luna Park de Buenos Aires (Argentina) en el caso de aceptar el papel en la serie sobre su vida que tanto tiempo lleva gestando Agustín. Y es que Isabel Pantoja estuvo desgarrada, grandiosa, inmensa, pletórica y desbocada en emociones durante su gran vuelta a los escenarios como pistoletazo de salida de su gira internacional.
La tonadillera patrocinada por Dentix ("dientes, dientes, que es lo que les jode") abasteció a sus fans y seguidores que le aplaudían y vitoreaban como si de la reina del Martes Santo en Sevilla se tratara. Los adeptos del Pantopalmar de Cantora se dejaron la voz y hoy han amanecido todos hablando como Terelu Campos. Y es que sorprende la calidad vocal de la Pantoja tras casi dos años sin actuar en directo (tan solo en contadas ocasiones).
Con su repertorio de toda la vida, pero con sus nuevos dramas a las espaldas, Isabel Pantoja consiguió emocionar a los más de 5.000 espectadores que llenaron el estadio (de 5.300 personas de aforo) acudiendo a la llamada de la canción española a pesar de la asintomática promoción del tour de la Panto.
Los modelitos de la Pantoja
El público que pagó bastante panoja por ver en directo a la Pantoja se reencontró con su público argentino, al que no visitaba desde 2011, vistiendo tres impresionantes modelitos diseñados por Alberto Dugarte y Alonso Cozar y complementados por el maquillaje y peluquería de Antonio Abad.
El primer diseño que lució Isabel en su cuerpo de exsuperviviente es el que corrió a cargo de Alonso Cozar. Un espectacular vestido morado con pedrería negra, manga abullonada al hombro y con el que quiso rendir homenaje a su madre doña Ana tras su reciente fallecimiento. Isabel optó por recogerse el pelo dejando caer su melena rizada por detrás de la capa con trasparencias del traje. Una maravilla digna de una dama de la copla.
Isabel Pantoja no se olvidó de su esencia y sus raíces gitanas. No vestir una bata de cola hubiera sido como ver a Oriana Marzoli con cuello vuelto, a su hijo Kiko Rivera con un outfit de Cayetano o a Mario Vaquerizo con un colorido Ágatha Ruiz de la Prada. Para menear el abanico (que ella corrió para que Chanel se pudiera abanicar) y tirar de su repertorio más cañí, la madre del pequeño del alma se vistió con una bata de cola roja con mantón a juego y la peineta bien arriba. Un conjunto diseñado por su gran amigo Dugarte.
No debemos descartar el homenaje a Julián Muñoz con este outfit de alcaldesa discotequera en la Marbella más juguetona. La Pantoja se calzó su tercer modelito optando por un traje de chaqueta de brilli brilli negro para poder mover un poquito las caderas sin ningún tipo de dificultad.
Tres trajes que podrían marcar la estela de los que lucirá Isabel en los siguientes conciertos del viernes 27 y sábado 28 de mayo en el Gran Arena Monticello de Chile, donde ha colgado el cartel de agotado las casi 10.000 entradas que se pusieron a la venta.
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