¿A quién pertenece esta flacida barriguita con el ombligo adornado con un piercing?. Soy consciente de que responderéis a la pregunta correctamente en menos de 3 nanosegundo. Pero no puedo dejar de hacer sangre de la dueña del cuerpo de la foto y aprovechar para mandarle un mensaje. A veces la maldad me puede, lo confieso.
Querida Amiga, sino quieres pasarte la vida metiendo tripa, no uses tops combinados con vaqueros ultra ajustados, para luego subirte a la moto y darte un paseo delante de una cohorte de paparazzis, tía.
Y es que esta imagen me sirve para concluir que la liposucción no es la solución, pero sobretodo que no hay nada como conocer las medidas de tu propio cuerpo para, por un lado, comprar la ropa de la talla adecuada, y por otro, saber sacarle partido a tus virtudes, para disimular tus desgracias físicas.