Vuelve, a casa vuelveeee...., por Navidad
Madre mía, mucho hacía que no hablábamos del vampirín, así que habrá que remediarlo. Pues sí, aquí quien más o quien menos en esta época del año se junta con la familia alrededor de una mesa para compartir una suculenta cena o simplemente para preparar la bronca del siglo (porque hay quien lo pasa bien en Navidad y otros que lo hacen en familia,...). Así que nuestros famosos se desplazan a sus ciudades natales, como es el caso ahora de Robert Pattinson el cual se ha ido a Londres para estar con sus seres queridos. Claro que también es una forma de evitar el acoso continuo de la prensa de Los Angeles, en su tierra como que le persiguen menos y le dejan respirar.
Allí le hemos visto con sus típicas pintas de perro-flauta o de marinero recién desembarcado y falto de calor humano, como queráis. Junto a él su padre y su hermana Lizzy, esa chica rubia que perfectamente da el pego de ser la versión british de Belén Esteban... pobre chiquilla la que le acaba de caer, qué feuca es la pobre.
Según parece Robert y Lizzy no es que tengan una relación muy estrecha en este momento. Siempre se habían llevado muy bien pero con la pubertad se distanciaron mucho (es lo que tiene, nos ha pasado a todos), aunque ahora se muestran más recepcivos y están estrechando lazos. Pero claro, como no se puede dar puntada sin hilo, decir que Lizzy está metida en el mundo de la música y tiene una floreciente carrera, así que si de paso la fama de su hermanito le puede salpicar aunque sea de soslayo pues mejor que mejor ¿no? Al menos que se aproveche la familia y no cualquier trepa que venga de fuera.
Ahora sólo esperemos que los Reyes le traigan a Pattinson una maquinilla de afeitar, un champú y ropa que no parezca que acaba de salir de un montón del rastro, y lo que lleva puesto con un poco de suerte que se lo muerda bien el camello de Baltasar.
Vía | Celebrity Gossip