Las hay con suerte y luego está Paris Hilton. Bueno, tampoco es que vaya a descubrir América ni nada nuevo, porque las hay que nacen con estrella como la susodicha y las hay que nacen estrelladas, más como el resto de los humildes mortales.
Ya sabemos que las excentricidades de Paris son inescrutables, insospechadas e inauditas, y en lo que se refiere al mundo del automóvil ya ni os cuento. Quién no sintió morir cuando apareció con ese Bentley Rosa tan sumamente hortera, yo creo que en ese momento se me paró el corazón de golpe al ver semejante maravilla de carro d ese color. Ahora me ha pasado un poco lo mismo, pero al contrario, que muerta me quedo igualmente pero de lo muchísmo que me ha gustado el nuevo capricho de la millonaria... Envidia pura y dura, para qué darle más vueltas, pero es lo que os va a pasar a todos o sino ya me diréis, ya…
Para los entendidos (y para los demás también que hay que saber de todo), aquí tenéis un Ferrari California Spyder, uno de esos coches al alcance de cualqueira, vamos, de los que rondan algo más de los 250.000 eurillos de nada, calderilla para nosotros.
Conclusión, que a partir de ahora podremos odiar más si cabe a Paris Hilton. He dicho.
Fotos | Facebook y Whosay de Paris Hilton