Quien juega con fuego dicen que acaba quemándose, y eso es lo que puede que le pase a Paris Hilton, porque ya es la segunda vez en menos de quince días, que la policía le detiene por asuntos legales en los que la marihuana siempre está presente de una u otra forma. La primera fue en el estadio 'Nelson Mandela Bay', en el que ella y una amiga se libraron al final de entrar en la cárcel por consumir unos porros dentro del mismo. Esa vez, la amiga dijo que ella tenía toda la culpa y la rubia consiguió quedar libre.
Esta vez, la historia se repite en el aeropuerto privado de Figari, en la isla de Córcega. Lo de siempre, Paris Hilton sale del avión, un perro policía del aeropuerto francés detecta que lleva marihuana en su equipaje de mano, los de seguridad le someten a un interrogatorio pero, tan sólo treinta minutos después y debido a que llevaba menos de un gramo de la droga, sale con la cabeza bien alta y sin preocuparse de si se ha dejado el orgullo dentro de comisaría.
Ese es el problema, que últimamente siempre sale invicta de todos los casos y lo único que podría preocuparla es el que dirán cuando la policía se la lleva dentro de la comisaría, imaginándose todo el mundo a que se debe. Pero no contáis con que hace ya mucho tiempo que a Paris Hilton todas esas cosas... le resbalan.