Allá por febrero saltó la liebre, y nos enteramos de que Olivia Wilde – la asistente del Dr. House más jamonérrima de la historia – iba a divorciarse de su por entonces marido, el fotógrafo de ascendencia italiana Tao Ruspoli, con el que llevaba casada la friolera de ocho añazos. Todo un record si tenemos en cuenta la media del faranduleo.
Pues después de mucho papeleo y burocracia – no creamos que por ser famosos no tienen que rellenar formularios a troche y moche como todo hijo de vecino -, Olivia ya es oficialmente una soltera de pro. Vamos, que después de llevar casada desde los 19 añitos, yo en su lugar asaltaría todos los garitos a mi alcance para correrme una de esas juergas que terminan o en la comisaría o en el libro Guinness de los records. Al menos ella se lo ha tomado con un poco más de serenidad.
Conseguí el divorcio y me automediqué con comida. Pero supongo que es mejor que automedicarse con crack y cocaína.
Pues sí, Olivia, pues sí, nos alegramos de que no te hayas entregado a la farlopa y te lo tomes con tranquilidad, aunque quizá esto tenga algo que ver con el muslámen que ha echado últimamente...
Foto | Olivia W
Vía | Stupid Celebrities
En Poprosa | Hoy es un buen día: ¡Olivia Wilde se divorcia!