Después de 13 largos días encerrada, Lindsay Lohan ha sido puesta hoy en libertad y su próximo destino durante 90 días pasa a ser un centro de rehabilitación, según publican algunas fuentes Lilo será sometida a un tratamiento por desorden bipolar y adicción a las anfetaminas, casi nada.
En estos días se ha comentado de todo, que las funcionarias la maltrataban, que las presas la acosaban, que tenía móvil en su celda… su madre se encargó de desmentir algunas de estas publicaciones afirmando que por no tener no tenía ni almohada y que no ha sido maltratada por nadie pero tampoco favorecida. Además según ella misma ha dicho, en su visita hablaron a través de una pared de plástico como hacen el resto de las presas.
Me alegra de que esto llegue a su fin. Cuando conocimos la noticia me quedé sorprendida pero más aún al ver como Lindsay ha llevado todo esto, su serenidad y fortaleza nos ha servido para aprender una nueva lección de la vida.
A pesar de las muchas cámaras y fans que la esperaban a la salida de prisión la actriz ha conseguido burlarlas y evitar así fotos incómodas. Según ordenó la juez, ahora Lindsay debe ingresar en rehabilitación inmediatamente después de salir de prisión pero la abogada de Lohan está intentando que al menos tenga unos días para apoyarse en su familia antes de entrar en la clínica.
Es decisión de la juez. Yo espero que pueda tener un poco de tiempo para estar con su familia antes de entrar en rehabilitación. Lindsay está intentando obedecer todas las órdenes pero, en mi opinión, deberían permitirle pasar 24 horas en su casa.
No se que deciros, es cierto que debe haberlo pasado mal y debe de ser un trance duro de sobrellevar, pero es que se lo ha ganado a pulso, le han dado tantas oportunidades que no se merece una más. En mi opinión esto le vendrá bien para abrir los ojos y ver que no es diferente al resto, necesitaba una lección de humildad y ganas de ser mejor, porque podría serlo si quisiera.
Vía| Telecinco
Foto| Lindsay Lohan