Lo que hay que ver, muerta me quedo. Y yo que pensaba que los famosos tenían unas cuantas personas de servicio encargadas de que sus casas estuvieran como una patena, cada cosa en su sitio y todo impoluto, porque, claro, su glamour les impide limpiar el polvo y los baños como todo hijo de vecino, que igual se les caen los anillos y la liamos parda. Pues poproseros, no podía estar más equivocada o sino el claro ejemplo de Lindsay Lohan, que es una cerda de cuidado.
Si os digo la verdad (ahora que no me oye mi madre) reconozco que yo soy bastante desordenada, pero nunca en la vida podría llegar a estos límites porque la Lilo bien parece que tiene el síndrome de diógenes, por Dior. Resulta que la chiquilla ha concedido una entrevista en exclusiva a 'The Insider' donde habla de su drama familiar y enseña su casa, una chabolita que cuántos quisiéramos, por fuera porque por dentro no se la deseo ni a mi peor enemigo...
Y es que Linds tiene su dulce hogar totalmente patas arriba. Imaginaos la sorpresa que se lleva esa entrevistadora cuando descubre una salita sólo llena por cajas y cajas de zapatos, que como haya una avalancha no se salva ni el pupas, otra que parecía un mercadillo un día de pago lleno de ropa en montones, en caballetes, por el suelo, por todas partes... Y eso que siempre va con sus leggins y camisetas, que sino... Claro que no quiero imaginar la porquería acumulada que tiene que haber entre esas cajas, las pelusas tienen que ser como las bolas esas que se lleva el viento en el Lejano Oeste...
El caso es que según ella, son esas cosas personales que tiene que ordenar, sólo tiene que desacerse de un par de telares, nada más... Mira nena, no son un par de cosas, que esa casa es para hacerla nueva, de cerillazo y empezar en otra parte. Además que por no ponerme a buscar entre todo ese barullo casi que salgo a comprarme otro modelo...
Y luego nuestras madres se quejan. Lo que hay que ver.
Vía | Daily Mail