Si es que hasta en las mejores familias siempre se cuecen habas. Y eso que la familia de los Kardashian es una buena familia, de esas que si te tienen que poner habas te las ponen a kilos y en platos de oro, que gusto para hacer las fotos de navidad igual les falta pero dinero lo que es dinero no creo que sepan lo que es estar sin él más de un par de minutos. Pero como es típico en estas cosas, el dinero nunca da la felicidad (ayuda, sí, pero no la da plenamente) y algunas aunque naden en la abundancia se encuentran con aquello de aunque la mona se vista de seda, mona se queda. Y eso es lo que le pasó a Khloé Kardashian, que no pasó una infancia muy alegre que digamos fuera de las puertas de su casa.
Y lo peor es que no lo pasó en la infancia ni lo pasa ahora, que ya sabemos que las comparaciones son odiosas y claro, si ponemos a las tres hermanas en fila pues igual hay gente sin escrúpulos que se ceba con la pobre Khloé y le llama de todo así a la cara. Y ella, aunque parezca que es un poco corta, de estas cosas se da cuenta y como es normal le duele:
Soy la hermana fea y lo reconozco. Soy la gorda, la travestida. Me ha tocado oir esta serie de improperios al menos dos veces al día desde hace casi cinco años y es horrible ¿sabéis? Pero puedo limpiarme toda esta mierda de encima y hacer que no me afecte…
Hombre, yo no digo que Kim sea más fea que ella, porque eso sería mentir. Y tampoco digo que de las tres ella sea el pivón padre porque tampoco es cierto. Pero no creo que sea fea precisamente. Y menos aun travestida, que una cosa es que tenga mal gusto combinando prendas, que lo tiene, y otra muy distinta a que vista como un hombre. Que otra cosa no pero Khloé Kardashian es un rato coqueta y por mucho que diga que ha sabido hacer que estas cosas no le influyan, estoy seguro de que en el fondo cada vez que escucha un improperio de este tipo se le hacen las tripas agua. ¿Sabes lo que te digo Khloé? Que les mandes a tomar por donde amargan los pepinos. Y que les guste.
Vía | Digital Spy
Foto | 90326842@N00