Mira que es apañada esta chica. Como ya sabréis, Kate Winslet se encontraba en la mansión de Richard Branson cuando se incendió hace unos meses. La tía le echó narices y no sólo salió indemne después de poner a sus dos peques a salvo, sino que también ayudó a más gente a poner pies en polvorosa.
Ahora bien, no os penséis que salió a la remanguillé, que diría mi abuela, no. Kate, en un alarde de saber estar, elegancia y discreción, tras asegurarse de que los críos estaban de una pieza, volvió a su habitación decidida a ponerse un sujetador. Ala, nada de despiporre, ni aunque las llamas estén a punto de dejarnos cual morceñas.
Les dije a mis niños: "Es un incendio, está bien. Volved a vuestra habitación dos minutos y cerrad la puerta". Y entonces pensé: "¿Y ahora qué hago? Correr al dormitorio y ponerme un sujetador".
¿Pero qué pasa cuando te das cuenta de que las llamas te van a dejar cual churrasco gallego? Pues que piensas dos veces.
En momentos catastróficos como ése, haces las cosas más extrañas. Así que empecé a ponerme el sujetador, y luego pensé que me iba a llevar mucho tiempo, así que pasé del sostén, me puse la camiseta, cogí la bolsa, cogí a los críos y fui a por la abuela.
Pues sí, Kate, lo de ponerte un sostén en mitad de un incendio entra en la categoría de cosas frikis que hacer en mitad de un desastre. Aunque también es cierto que lo de salir con las lolas libres a su aire no es de las cosas más cómodas que hay, así que al menos, parte de razón tenías.
Vía | Ace Showbiz Foto | Eternal Rose