Johny Depp ha sido el pirata más sexy de la historia - mal que le pese a Barbarroja -. Yo no sé si serán los dos dedos de khol de los ojos o las rastas guarrillas que me luce, pero es verlo aparecer en modo Jack Sparrow y se me ponen los ojos del revés.
Ahora bien, la portada que va a protagonizar el próximo mes de noviembre para la revista Vanity Fair es otro cantar. Ya salió hace cosa de un año en la misma publicación, y el tío estaba de toma pan y moja. No sé si el pelito más largo o la perilla con bigote o yo que sé que sé yo, pero vamos, ni punto de comparación con la próxima edición.
Como que le veo muy sosegadito, con cara de niño bueno posando para la foto. Hasta el punto de que casi no parece Johnny Depp, sino su doble de cera del museo de Madame Tussaud. Y digo yo, con tan buenérrimo material, ¿me estáis diciendo que no son capaces de sacarle partido en condiciones? ¡Pero si este hombre está cañonazo aunque le vistas de cabaretera! Ois.
Vía | Gossip Center Sitio oficial | Vanity Fair