Hay que reconocer que algunas somos muy ilusas. Sí, las cosas como son. Nos lo creemos todo, unas veces con suerte que es verdad, y otras el príncipe azul se vuelve marrón, tirando a negro, sin más ni más. Ahora ya que la historia de Irina Shayk, la nueva novia de Cristiano Ronaldo, se torne cuento de hadas, me parece más complicado que un cubo de rubick, vamos que la nena tiene las miras bien altas en cuanto a su relación.
Y es que la chiquilla lo tiene claro, quiere (ojito que vienen curvas...) un hijo del futbolista, que, incluso, ha sido idea de él. Nena, me parece que te puedes poner a la cola, porque el material genético del chiquillo está bien cotizado, al menos entre muchos de nuestros poproseros.
El tema es que en una reciente entrevista a la revista portuguesa Lux, la modelo de ropa interior ha dicho que se están planteando la paternidad ambos dos, que C-Ron se muere por tener una pequeña criatura correteando por sus alrededores. Que están tan re-bien juntos que parece que están dispuestos a dar semejante paso en su relación.
Pero es que ojo, porque además cuenta que sus padres ya conocen Cris y que están encantados con él (no te fastidia, vaya braguetazo les ha dado la niña...).
Para qué engañaros, a mí todo esto me parece que quizá está un poco flipada, porque al fin y al cabo llevan dos días juntos y palabras de este tipo juraría que ya he oído de alguna que otra churri del amigo. Vamos que si al final fuese verdad, me da que van a durar menos que la vuelta rápida de un Ferrari en pista. Ahora veremos a ver si caen en saco roto (por lo que apuesto firmemente) o... creo que no habrá otra posibilidad para mi gusto.
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