De verdad os digo, si ya antes cada vez que la veía me entraba urticaria, ahora igual pero elevada a la enésima potencia. Y es que Heidi Montag da grima. Tras sus diez cirugías del tirón se ha rehecho enterita incluyendo nuevas prótesis XXL, tamaño balón de baloncesto o balón de playa como el de la foto (sí, ese no forma parte de su anatomía, es atrezzo aunque aún no sé si podría haber servido de molde para sus pechos).
El caso es que aún no habíamos tenido la ocasión de verla en bikini y descubrir sus curvas al cien por cien, cosa que ha hecho recientemente en Las Vegas donde ha posado, se ha gustado, ha demostrado lo encantada de conocerse que está y todas esas cosas que hacen estas celebrities de medio pelo rubio.
Pues bien, a mi esto me parece una exageración, se mire por donde se mire. Esta chica ha pasado de estar en una buena condición (tras la primera intervención debería haber parado) a parecer que lleva unos flotadores que ni los del Titanic. Es que nena, de verdad, que la fábrica de Lego tiene menos plástico que tú en el cuerpo, que te has convertido en una persona pegada a dos tetas.
Sabéis lo peor de todo, que encima dice que aún no se siente satisfecha... me da que esta se ha sacado bono de operaciones y hasta que no lo acabe no para, a este paso no va a haber relleno suficiente en el mundo para ella. Di que sí, natural, natural, como la Pataky.
Y yo me pregunto ¿les sacará brillo a sus pechos? Porque están de un reluciente que venga dior y lo vea…
Fotos | Egotastic