Maldita crisis, todo el día hablando de ella y, cómo no, todo el día sufriéndola. Pero no os creáis que sólo nos afercta a nosotros, ciudadanos de a pie con nuestras hipotecas y demás. No, no, aquí los famosos también lloran, aunque algunos tienen más morro que otra cosa. Éste es el caso de Kevin Federline, el ex de Britney Spears, que al parecer tiene ciertos problemillas económicos.
Según dicen el chaval no llega a fin de mes. Vamos que la pensión que Brit le pasa periódica y religiosamente de 30.000 euros no le llega para pasar 30 días. De esa cantidad, la mitad la tiene que destinar a los gastos de los niños ¡qué ya va bien de narices! Y el resto va pa’ la saca... Y no le llega.
Claro que en esta cantidad no entran gastos, llamémoslos, extraordinarios que los paga todos ella, como por ejemplo los que generan los niños durante la gira y demás.
De hecho se dice que hasta se ha tenido que mudar de piso e irse a uno de alquiler más barato para ir recortando gastos y ahorrarse un dinerillo. Claro que el piso que maga ahora supera los 7.000 euros mensuales. Casi que no me extraña que no le llegue con semejantes cifras.
Tal es así, que además de estas medidas, parece que está más que dispuesto a volver a los tribunales para reclamar mayor cantidad de pasta a la cantante. Vamos que está dispuesto a hacer pasar de nuevo a la Spears por un nuevo proceso judicial porque no es capaz de bajar su nivel de vida ¡Vaya morro señores! Y es que claro, aquí hay un problema o, por decirlo de otro modo, el quit de la cuestión está en que Federline no ha sido capaz de ajustarse a su nuevo estilo de vida sin Brit, vamos que ha seguido viviendo a todo trapo sin pararse a pensar en que ya no se lo puede permitr.
De todas formas viendo cómo se está poniendo últimamente de gordo, bien podía empezar a recortar un poco la dieta, porque madre mía, vaya tamaño morsa tiene el amigo.
Chato, búscate curro en condiciones y deja de sangrar a la gente, que tienes más cara que espalda.
Vía | Terra