Ahora llegan los lamentos, ahora… después de haberse hecho como se hizo Heidi Montag hasta un máximo de diez cirugías en un sólo día, se pone a lloriquear arrepentida diciendo que en verdad ella no quiere ser así, que quiere que pensemos que no es una niña caprichosa, una Barbie de carne y hueso, mimada, con un culto al cuerpo exagerado y que solo vive por y para ella y sus dos pechos. Pues chica, no sé como lo has hecho pero me has leído el pensamiento por completo…
Al parecer, en la entrevista que la hicieron en la revista Life&Style, Heidi Montag confesó que no sólo lo ha pasado mal por lo que han dicho de ella, que va, sino que también ha tenido unos estragos emocionales y físicos que hoy sufre tras su maratónico paso por el quirófano (os hago la lista por si no me creéis: levantamiento de cejas, inyecciones de bótox, una segunda operación de nariz, inyecciones de grasa en las mejillas, operación de mentón, liposucción en el cuello, operación en las orejas, implantes de busto y nalgas).
Hay zonas de mi cuerpo que definitivamente lucen peor que antes de la cirugía. Esto no es por lo que firmé. La gran marca oscura de mi reducción de mentón es probablemente la más evidente, pero lo peor son mis senos y la más atemorizante está debajo de mi trasero. La gente queda con menos marcas tras accidentes de coche que yo en mi cuerpo. Desearía no ser una ‘chica plástica’. La cirugía arruinó mi carrera y mi vida personal… Siempre me sentiré como Eduardo Manostijeras
Y es cierto, Heidi querida. De todas maneras yo no es por ser mala persona, dios me libre que estamos en Nochebuena, pero eso de que desearías volver a tus orígenes cuando la gente te reconocía tu talento y tu labor… ¿qué talento y que labor si puede saberse? Si la única diferencia ente hoy y hace 4 años es la cantidad de plástico que tiene tu cuerpo entre los músculos y la grasa… porque sigues siendo la misma presumida y cabeza loca de siempre, que por mucho que la fama duela…
Pensé que la primera noche que salí del hospital me iba a morir de dolor, me sentía como si fuera atropellada por un camión. No podía ni ir al baño. Incluso no podía caminar durante días. Mi cara estaba hinchada y mi espalda era negra y azul
... tú gustosamente decidiste seguir con ello. Y la primera vez que te operaron ya sabías lo que era pero tú querías más. Y mira lo que te digo, que mucho de lo que dices me suena a cuento y que sólo veo en todo esto una manera como otra cualquiera de ofrecer una exclusiva y sacarte unas pelas. Te dolió, pues sí, pero eso forma parte de los riesgos que uno asume cuando manipula su cuerpo bonita, todos los sabemos y seguramente haya habido más famosas a las que les ha pasado y no han querido sacar tajada de ello con cara de pena y palabras sensiblonas. Pero repite, Dios me libre de querer lo peor y espero que me equivoque.
Vía y Foto | Life&Style
En Poprosa | Heidi Montag adicta a la cirugía